NAT
Hoy es el día del baile y aunque ayer Isa parecía preocupada por lo que pensé tendría que ver con una carta, hoy se le veía mucho más tranquila. Desde que nos despertamos, ha estado sonriente y parece que nada le importase. Val no se quedaba atrás, se probaba todos los vestidos que le habían llegado para decidirse por uno para la ocasión. Al parecer, mi hermano la había invitado al baile, y la niña no podía esperar a que el baile comenzara.
Lástima que aun faltasen ocho horas.
Los dormitorios de las niñas habían dejado de lado lo sombrío para convertirse en un lugar donde todas las chicas gritaban emocionadas. Todas las puertas de los dormitorios estaban abiertas y todas se paseaban de un cuarto a otro pidiendo ayuda para sus vestidos, maquillaje o platicando. Sky había venido junto con sus compañeras de cuarto y las seis estábamos felizmente sentadas en nuestra sala platicando.
Val nos había insistido a Isa y a mí que ella quería ser quien nos maquillara. Como si no fuera suficiente que ya hubiera elegido nuestros vestidos y seleccionado nuestros peinados, esto iba a ser de lo más gracioso.
Nos pasamos el resto del día arreglándonos. Cuando ya estábamos peinadas y maquilladas, Sky y sus amigas regresaron a su dormitorio y fue momento de ponernos los vestidos, nuestras citas llegarían en cualquier momento.
El primero en llegar fue Xav, recogió a Isa y fueron a tomarse las fotos con los amigos de él. Después de todo sería el último baile de otoño de Xav.
Minutos después volvieron a llamar a la puerta y esta vez había dos personas en la puerta, Nate y Max habían llegado juntos. Y ambos mostraban una sonrisa reluciente que dejaría a cualquiera con la boca abierta. Ambos traían pantalones de vestir y camisa con el saco en mano, la única diferencia eran los colores que estos llevaban. Mientras Max llevaba un traje gris y camisa blanca, Nate tenía un traje azul marino y camisa rosa palo. Ambos eran un espectáculo para la vista.
—Pero bueno, si no son las dos chicas más hermosas del instituto— comentó Max mientras entraba a nuestro dormitorio.
—Bueno, las dos más hermosas con los dos chicos más guapos ¿no es así? —continuó Nate. Este tomó mi mano y la besó.
—Gracias chicos.
—Al contrario. Gracias a ustedes, ahora sí seremos los chicos más envidiados.
—Por dios Max, si ya lo eran —bromeó Val.
—Antes de irnos queríamos darles algo —dijo mi hermano mientras sacaba de su saco una pequeña caja de terciopelo y Nate hacía lo mismo. Nos las entregaron y en cuanto las abrimos nos quedamos sin habla.
—Pensamos que les gustaría usar unos aretes y pulsera que fueran a juego con sus collares.
—Son hermosos, muchísimas gracias—le dije a Nate mientras le daba un beso en la mejilla.
La pulsera una cadena con puros dijes de aguamarina y los aretes eran largos y al ponerlos a la luz, brillaban como nunca te pudieras imaginar. Nate me ayudo a ponerme la pulsera y después hizo un ademán al espejo para que me pusiera los aretes. Gustosamente hice lo propio y justo antes de salir, Nate tomó mi mano e hizo a parecer un hermoso corsage en mi muñeca a juego del color de mi vestido y su corbata. No se cómo le hicieron para saber que corbata usar si hasta apenas hoy nos habíamos decidido por los vestidos, pero como sea que lo hubieran hecho era increíble. No había duda de que nosotros íbamos juntos.
Seguimos a los chicos tomadas de sus brazos hasta un pasillo al que nunca había visto. Unas puertas enormes se abrieron y así, fue revelado un gigantesco e increíble salón de baile.
Todo estaba decorado de manera hermosa: candelabros de cristal en el techo, floreros en mesas, y todos los alumnos perfectamente vestidos.
Era la primara vez que veía que todos podían usar un color diferente al de su pelotón. Al no tener apellidos dentro del internado, el color de tu pelotón era como tu apellido. Si eras un color obscuro, como yo, eras relativamente "peligroso" y por ello pertenecías a una familia importante; aunque si bien sabemos que esa no es la manera en la que funcionan los pelotones, así era como se pensaba entre los alumnos. Y en mi caso era cierto.
Bajamos por la escalinata y empezamos a saludar a nuestros amigos. Al parecer nosotros éramos de los últimos en llegar y a pesar de que no era tarde, apenas llegamos para el baile de apertura.
Música empezó a sonar y un vals pronto tomó forma.
—Es el baile con el que empieza la fiesta, es tradición— me explicó Val, tomando la mano que mi hermano le ofrecía y dirigiéndose al centro del salón.
—¿Me haría el honor de bailar conmigo esta pieza? —empezó Nate.
—Sería un placer— tomé su mano y así me guió a donde las demás parejas se encontraban. Pronto el baile empezó. Hacía mucho tiempo que no bailaba, pero con Nate como pareja tengo que decir que, aunque no supiera, hubiera podido bailar. El chico bailaba estupendo, y era atento y amable. Y justo por eso me molestaba mucho que en ese momento me estuviera preguntando cómo sería bailar con Alec. Y hablando del rey de Roma, en cuanto terminamos el primer baile, nos separamos y dimos la reverencia, me encontré con su mirada fija en mi.
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holissss! nuevo capítulo. Esperen actualización la próxima semana. Gracias a todos aquellos lectores que han estado votando y comentando. Les juro si motiva a ser regular en las actualizaciones. Bonita semana!
with love, Ocean Light 🩶
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Coral de Fuego
Misterio / SuspensoTrece familias - Un documento - Miles de presas Nat es una chica cuya familia tiene uno de los poderes más peligrosos jamás vistos. Alec es un chico que sin saberlo, conecto su vida a la de ella. Un documento ha salido a la luz y sus cabezas ahor...