For the Love of Jane [Chaennie]

Capitulo 21

No he hecho nada
bueno por ti

Dejó la tasa en el lavaplatos. Respiró profundamente conteniendo el aire en sus pulmones para después sacarlo tal como un globo desinflándose.

Intentó lavar las dos tasas que seguían ahí observándola, pero aunque trataba con todas sus malditas fuerzas no lograba mínimo untar el jabón sobre estas.

Aventó la esponja sin interés. Sobó sus hombros notando el incremento de estrés al solo hablar con Loren.

Era increíble que algo que se suponía que ya lo tenía claro, ahora mismo eso le atormentaba.

Volvió a acostarse con la castaña, sintió como todo su cuerpo se acurrucaba y envolvía al suyo provocando una bomba atómica sobre lo que debía hacer.

No podía únicamente irse como si nada hubiera pasado, eso es muy bajo y muy mierda como persona. No podía ni tan siquiera hacerlo aunque la idea no era mala, después de todo, Rosé tenía un conflicto más grande que el de cualquier guerra a lo largo de la historia.

De pronto, sin pedirlo o exigirlo, Jennie llevó sus labios a la que es para ella su amada.

Solo con este gesto que para Jane era un acto de buenos días, para Rosé era otra bofetada sobre lo que debía hacer.

Abrazo su cuerpo cerrando los ojos esperando a que cuando los abra todas sus dudas queden claras y no tenga que huir como una cobarde por no expresar lo que aún no tiene claro.

Y justo así fue, trató de dormir con la respiración de Jennie chocando sobre su cuello dejando sensaciones asfixiadas.

...

El ruido de la batidora asustó a nuestra querida y muy atormentada Chaeyoung.

Abrió sus ojos viendo la sala en orden mientras que ella era la única acostada con el cabello desordenado.

— ¿Te asustó la batidora?.

— No Doyeon.— bufó sarcástica.

— ¿Quieres uno?.— señaló su batido rosado desde la cocina.

— ...Si.

Quizá no era como tomar un whisky después de dudar sobre tus sentimientos, pero un batido de fresa también era una bebida útil.

— Ten.— le extendió el licuado.

Rosé probó lo que le había ofrecido Doyeon y quizá fue el mejor batido que pudo probar desde hace años.

— ¿Y los demás?.— miró hacia todos lados notando que solo estaban ellas dos.

— Fueron a comprar para el desayuno.

Chaeyoung vio en su celular la hora, eran las 9 de la mañana y ella creía que era más tarde.

— Tal vez no tarden, deben de estar cuidando a Yeri para que no se pierda entre la gente.

Las dos rieron. Rosé fue a la sala no sin antes agradecerle por ese batido. Acomodó las almohadas que seguían en el suelo poniéndolas sobre los sofás para que se viera más limpio.

En un principio miraba su celular para checar qué novedad había en sus redes sociales.

Nada interesante que llamará la atención, ni Facebook ni Instagram, mucho menos Twitter. No había nada y lo poco relevante eran los típicos memes sin gracia.

Lo dejo a un lado y mejor fue a la ventana para mirar la ciudad por la mañana, notaba los vehículos ir y venir, a los peatones yendo a por su desayuno y los verdes árboles tambaleándose por el viento o los pájaros sobre ellos.