Capitulo 36

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Jane & Rose 

"Acomodó perfectamente el saco que vestía y que ella misma diseñó con cuidado.

Arrebató sus joyas y las colocó sobre el estante del baño, quedó sumida en su lindo y horrendo rostro cuando por fin era la hora del gran día.

Eran las 4 de la madrugada cuando Dmitri tocó la puerta de su dueña. Él esperó impaciente sabiendo que tenía algo ilegal entre las manos.

La puerta se abrió dejando ver a una arreglada y egocéntrica Jennie, la misma mujer que sabía que habitaba desde el primer día que la conoció.

No dijo ni una sola palabra, simplemente tomó la bolsa de tela que cubría con temor, le dió una sonrisa a su amigo y un leve abrazo antes de dejarlo fuera del departamento.

Terminó un vaso de champagne, lo estrelló contra su refrigerador dejando unas cuantas cortaduras en sus manos.

Considerables manchas ya corrían por sus dedos, justo como una vez aquellos fluidos eran algo más que solo gotas de sangre. Eran el jugo de la mujer que éxito y lleno el rostro de su aroma y sabor a ella.

De esa mujer por la que ahora morirá.

Caminó al preciso lugar de su muerte anticipada.

Cerró la puerta sin seguro, quería dejar en claro que ya no importaba que la vieran agonizar, que la vieran con un lago de sangre en el suelo, que la vida ya no tendría valor a pesar de sus cumplidos.

Quería que la vieran con moscas jugando con su carne, mientras pacientemente su piel, uñas y pelo dejaban un aroma reconocible a panteón abandonado.

Quería que la vieran muerta.

Apagó las últimas 3 velas por las cuales guardo en el día más feliz de su vida.

Encendió una veladora que le regaló el asqueroso y putrefacto sacerdote el día que fue bendecida y alejada de todos los males del mundo, sin saber que el único mal era ella misma.

Destapó tal como si fuera el velo de una novia aquellas dos armas junto con sus cargadores.

Era estúpido pensar que pidió munición si solo ocupará no más de 3 balas para suicidarse.

Las dejo en la cama del mismo modo que a una bella dama siendo posada para ser escrita en sus llantos al igual que un bello y romántico poema.

No dejo escrito nada para saber la razón de su suicidio.

Con tan solo ver sus ocultos era más que evidente sus delirios sobre Roseanne.

Esa mujer que era un misterio andante ahora será nombrada en lo alto al saber que por ella murió.

Era muy romántico, siendo honesto.

Saber que por tu culpa alguien está muerto y estar años después en el funeral a lo lejos, dejar un ramo de rosas y penar su partida.

Ser consciente que siempre fue el amor de tu vida y no dejaste serla feliz por el simple hecho que no sabías cómo reaccionar al tener alguien a tu lado.

Tener la mano de tu futura esposa, de la mano de algo más que tu amiga, tu amante y todos los adjetivos para llamarla.

O simplemente, saber que Jennie te correspondía y la dejaste sufrir a costa de tu futuro y su futuro.

Quitó los casquillos del revólver poniéndole los adecuados.

No quería jugar la ruleta rusa, sin en cambio no sería mala idea saber si la vida o la naturaleza te quiere seguir respirando el aire que contaminas.

For the Love of Jane [Chaennie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora