For the Love of Jane [Chaennie]

Capitulo 26

Como el fuego

— JAJAJAJAJAJS.

Su risa se oyó por todo el departamento.

— ¿Qué sucede?.

— Yeri me odia por qué a mí no se me daño el cabello.— negó divertida.

— ¿Qué te dijo?.— dejó un bowl con frituras en la mesa.

— "Te odio".— dijo seca.

— Uyyy.— levantó sus manos con "miedo".— Se nota que te odia.

Río por como Jennie estaba feliz con su cabello.

— ¿Qué vas a poner?.— dejó su celular en la mesa.

— No sé.

Cambiaba de película tras película, ninguna llamaba su atención y mucho menos a la de Jennie.

Pasaron a la sección de series y documentales hallando lo mismo que anteriormente, nada.

Suspiraron cansadas después de pasar una hora entera viendo con que cosa entretenerse, volvieron a la sección de películas infantiles donde empezaron.

De nuevo comenzó su viaje por todas las películas repetitivas de acción o romance.

— Deja esa.— señaló con su mano.

— Esa ya la vimos, Jen.— suspiró cansada.

— Ponla de nuevo.— acomodó mejor su espalda al sofá.

Concedió el pedido de su novia poniendo la misma película que desde antes ya vieron, ya no tenía sentido volverla a ver pero de todas maneras posaron sus ojos en la televisión.

Rosé llevó su cuerpo al de su chica para estar cómoda. Parecían zombies sin dar señales de estar disfrutando la película, ni siquiera tomaron alguna fritura por lo aburrida que se tornó la cinta.

En un momento, Jennie posó su mano cerca de la entrepierna de Chaeyoung teniendo un choque de sensaciones en su cuerpo.

Tragó en seco al percibir que comenzaba a hacer pequeños movimientos circulares sin dar una advertencia previa.

Su centro exigía ser tocado por los dedos de su novia pero no quería apresurarse, debía conservar la cordura antes de perder total control de su cuerpo.

Cambio de posición con la idea de resguardarse cosa que solo consiguió que la mano de la castaña esté aún más cerca de su zona errónea.

Comenzó a sudar y tener el rostro con un color carmesí al igual que sus orejas se tornaron rojas por el tacto de su mano.

Jennie estaba indiferente a toda la discusión interna que tenía Rosé en ese momento, simplemente no dejo de hacer los movimientos en círculo sobre su pierna.

Se recargó sobre la ahora pelirosa sintiendo el calor en su rostro y el de sus orejas, le dio una mirada rápida sonriendo por cómo la había puesto nerviosa en tan pocos segundos.

No dijo nada, solo bajó aún más su mano sintiendo la humedad traspasar el pantalón.

— J-Jen.— tartamudeo.

— Mande, amor.— susurró sobre su oído.

— Yo-yo, no tienes... ¿Calor?.— tragó saliva.

— ¿Calor?.— mordió el lóbulo de su oreja.

— S-Si.— echo su cabeza hacia atrás.— N-no no quieres, ir a...

Jadeó al sentir la mano de Jennie sobre su pecho.