For the Love of Jane [Chaennie]

Capitulo 23

Feliz navidad

Durante todo este tiempo, la pareja la pasó más que increíble a pesar que en la universidad (que ya estaban por acabar) les dejaban tarea tras tarea.

A Jane le pedían por lo mínimo entregar una prenda cada dos semanas.

Tal vez ustedes piensen que es únicamente cortar un pedazo de tela en un molde acorde al diseño ya dibujado.

Desgraciadamente no era como cortar una cortina y entregarla, sino que llevaba todo un proceso algo estresante para conseguir lo que deseaba la castaña.

Así tuvo que estar desde que comenzó su último semestre.

Por otra parte a Chaeyoung le pedían hacer las críticas sobre las pinturas expuestas en el área de dibujo que para su bendita suerte, cada semana era una exposición de arte diferente.

No solo eran críticas a los dibujos de los pintores, también eran a los escultores, muralistas, todo tipo de arte contemporáneo o incluso a los que hacían performance sin dejar de lado a los diseñadores de moda.

Cada vez tenían que hacer una crítica a los diseños coloridos o elegantes de esos talentosos chicos, Rosé siempre deseaba admirar un diseño de su novia pero jamás lo logró.

Casi siempre eran de otros diseñadores a los que quería.

Así la pasaron durante todos los meses. Su rutina se repetía en: ir a la escuela, entregar sus trabajos, tener deberes, regresar, hacer tarea, dormir y todo ese proceso cíclico se repetía cada día.

Pero no todo era malo. Las recién novias se apoyaban mutuamente, hacer tareas era un delirio sino fuera por los chistes malos de Jennie o los besos tiernos de Rosé.

Toda la montaña de estrés se reducía a una sola cosa: Tener sexo en la noche.

En pocas palabras, su rutina no era mala del todo. Su día comenzaba con estrés y angustia y terminaba con una LARGA sesión de sexo en la cama.

Había veces que perdían la noción del tiempo y no se daban cuenta de las horas consumidas en el acolchonado lugar.

Bueno, continuando.

Se acercaba la navidad, la época favorita de la castaña y más melancólica para la rubia.

Las dos salieron temprano del departamento para ir al supermercado. Tenían planeado hacer la cena en lugar de ir a un restaurante en nochebuena.

Llegó a sus recuerdos la navidad del año pasado. Dónde sus padres llegaron sin previo aviso y dónde en todo momento extraño a más no poder a la castaña que justo la tenía agarrando el volante como una piloto profesional.

Cuando su única interacción fue una llamada entre cortar, a la que pudo oír su voz desde lo extraviado sabiendo aún con dudas los propósitos de sus sentimientos.

Es raro como sucede la vida que hasta parece un poco absurda.

Bajaron del auto directo a los carritos rojos del supermercado.

Entraron notando la inmersa fila en los cajeros. Dejaron salir un pequeño suspiro e ir a por los primeros productos para su espectacular cena.

— Jen, ¿Cocinamos pasta junto con.— notó que no estaba detrás de ella.— ¿Jen?.

Miró hacia todos lados sin encontrar ningún rastro de su novia.

Giró el carrito de compras para buscar la castaña antes de escoger los ingredientes que tenía en mente.