For the Love of Jane [Chaennie]

Capitulo 38

Ya no es lo mismo

— ¿No tienes moretones en tus dedos.— sobo sus manos tratando de sanar esa incomodidad.

— No tantos, pero me duele la mano izquierda.

— Realmente olvidé cómo tocar una guitarra, me sentía principiante.— sonrió.

— Siempre has sido principiante.

— Oye!!.— se ofendió.— Calmante Kim.

Rieron en la cocina de Yeri, desde hace un par de horas estaban ahí pero en ningún momento se hizo notar su novia.

— ¿Está Joy?.— miró hacía el pasillo notando las puertas cerradas.

— Está con mis suegros.

— ¿Desde cuándo les dices suegros a esos señores?.— río.

— Desde hoy.— río con ella.

— No seas imbécil, ¿Desde cuando ya tanto respeto? Si la otra vez quemaste todo su jodido pasto en la fogata.

— Fue culpa de Somi y Doyeon.— replicó.

— Ellas solo pusieron la leña y tú le echaste gasolina.

— Pero solo fue poca no exageres.— rodó sus ojos.

— Pendeja, hiciste un círculo alrededor y casi invocas a un demonio.

— Tienes razón.— agachó su cabeza.— Ya me amenazaron de que si vuelvo a hacer una tontería en su casa, raptaran a Sooyoung para que no se case conmigo.

— ¿Casarte?.— frunció el ceño.

— Ya tenemos como 10 años de relación.

— Wooooow.— la miro sorprendida.— ¿Hablas en serio de casarte con Joy?.

— ¿Por qué no?.— alzó sus hombros.— Casi es como mi esposa, aparte nos llevamos bastante bien y hacemos un gran dúo.

— La verdad si.

Sonrió de lado al ver a su amiga ansiosa por comprometerse con esa chica alta. Recordó todas y cada una de las tonterías que hacen y hacían en el pasado, y a decir verdad es que serían un matrimonio ejemplar a pesar de que son un desastre.

— ¿Te sientes bien?.

— Si, estoy bien.

Quemó y arruinó la frase "estoy bien" durante seis años, nunca estaba bien cuando le preguntaban, siempre estaba mal y siempre lo ocultaba a las personas a quien más quiere.

Creyó que debería de una vez sacar el dolor y la sensación de ahogo cada que dice estar bien.

— No estoy bien...

Yeri dejó de acomodar los vegetales para mirar a Jane con su verdadero rostro demacrado y lleno de heridas imperceptibles.

— No estoy bien desde hace seis años, Yeri.— su voz se quebró.

Le tomó la mano para dirigirla a la sala, le ofreció un poco de agua tratando de que respirará bien.

— Extraño a Rosé...— abrazo a su amiga.— La extraño Yeri.

— Jen...

— Es difícil vivir sin ella, aparentó que no me interesa cuando aún la sigo pensando.

La acurrucó en su cuerpo para que dejara salir todo su dolor.

— Me duele tener que mentirle a Lisa cada día que despierto en sus brazos, a veces ni tengo el valor suficiente para mirarle a los ojos.