For the Love of Jane [Chaennie]

Capitulo 47

Ya no quiero mentirte

— ¿Te sientes bien? Estás un poco pálida, Jen.

— Si, estoy bien...

¿De verdad estaba bien? Sus sentimientos estaban bien del todo, pero su cuerpo estaba en agonía.

Su teléfono comenzó a sonar, no quería corresponder a la llamada anónima, pero su inquietud la persiguió hasta poner el aparato en su oreja.

No distinguió la voz borrosa pero sí sabía que era Lisa al otro lado.

Su voz estaba demasiado lejos, diría que a kilómetros de distancia por lo imperceptible de su tono.

Era nulo su odio al tratar de descifrar lo que decía.

Sin embargo, no tenía miedo de que estuviera en problemas, ella podía defenderse aparte de que debe estar con sus amigos bailando y divirtiendo, mientras ella está en un dilema en si aceptar a la mujer que sigue mirando cada una de sus acciones.

— Un año después de que te fuiste, o más bien, nos alejamos.— miró divertida y sentimental sus labios.— Recorría cada avenida y cada tienda de perfumes con la esperanza de encontrar tu aroma en alguna botella de vidrio.

Sostuvo su mirada en sus bellos y tristes ojos.

— Recordé el whisky que siempre tomabas y lo compré en alguna tienda de Francia.

Alejó sus piernas cubiertas por la pequeña sábana que la calentaba.

— Pero jamás logré encontrar tu aroma en un perfume.

— ...¿Jen?.

— Fue difícil encontrarte en algo tan sencillo.— volvió a unir sus manos.— No quería mentirte sobre lo que era mi vida sumida en botellas de vidrio.

— ¿Supongo que el whisky lo bebiste en una ocasión especial?...

— La verdad no. Recordé que eras una alcohólica y quise sentir lo mismo que tú cuando tuviste el valor de acabar con nuestro amor.

— Deje el alcohol desde hace mucho tiempo, Jen.

— Y yo solo quería estar en tus zapatos.

La tomó del mentón regalando un dulce y amargo beso.

Esos besos dónde tus huesos se congelan y sientes quebrarse.

¿Era tan complicado volver a sentir esa magia que las hechizo?.

El disparo de cupido sanó más rápido que tarde, y su sangre hervía en las gasas color carne de sus brazos.

¿Era tan complicado decir "te amo" como antes?.

Mentir no era la decisión más adecuada, tampoco decir la verdad.

Sobre el techo alumbraba la luz amarilla y blanca de las luces que se encienden cuando el anochecer llega.

Cuando cientos de demonios hierven con matarlas y aun así mandarlas al cielo.

Hasta ellos querían que esta pareja sobresalga de un terror de enamoramiento artificial.

Hasta ellos querían darles amor a cambio de no ser ángeles caídos y soportar lo que ahora ellas penan.

Jennie estaba ciega por tanta luz que sus pupilas se dilataron con tratar cerrar los ojos y no ver de nuevo la imagen de esa extraña.

Rosé volvió a besarla.

Ahora conciliando su temor de abrir los párpados hacia la miseria.

Sanando una herida que no hace más que abrirla con cada beso ilícito.

Volví jijijiji 🥀

¿Aún se acuerdan de esta wea? 🤨