Acuerdo
Tiempo después...
El sonido del trote de caballos se escuchaba con rudeza por toda la zona, el césped del lugar era cortado por las enormes pesuñas de los preciosos animales, flechas y kunai, eran tirados sobre árboles que portaban tableros de tiro. Las preciosas vestimentas negras y rojas, con nubes rojas bordadas, de jóvenes apuestos y fuertes, revoloteaban por los aires, las cintas que colgaban de sus frentes volaban con deleite. Se detuvieron al terminar de tirar y se encontraron en un mismo punto.
-¡Ja! Miren eso, he tirado a la perfección en todos, eres lento Itachi-. Hablo un joven de cabellos negros cortos, con una cinta color gris en su frente.
-Creo que no haz prestado atención, de que te sirve esos ojos, si no puedes observar bien-. Respondió un joven de coleta, sujeta con una linda cinta roja y una del mismo color, sobre su frente.
-¡Esto es injusto, soy el único que ha fallado en algunos!-. Reclamo el menor de todos, quién portaba una cinta de color púrpura en su frente.
-Es normal que eso pasará-. Óbito se hizo presente, cabalgando en un caballo negro y precioso, con el rostro firme y serio.-Te enfocas más en alcanzar a tu hermano que en tirar, si mantienes esa actitud de rivalidad ante alguien de tu mismo clan siempre serás débil, un Uchiha siempre debe ser leal a sus hermanos, deja la rivalidad para el enemigo, ¿entiendes Sasuke?-.
-Tsk, no se de que hablas-.
-Entrena más y parlotea menos-.
Óbito se había convertido en todo un hombre, una cinta negra rodeaba su frente, su cara portaba una cicatriz, que marcaba su combate en batalla, se había vuelto fuerte, apuesto, metódico y respetado por sus familiares, aún que dos de ellos tuviesen la misma edad.
-No seas tan duro con el, vamos Sasuke, entrenemos juntos-. Sugirió con una sonrisa. Sasuke sonrió, pues hace tiempo que no pasaba tiempo con su hermano mayor.
-Sigamos con el entrenamiento, ¿alguien ya ha practicado el ninjutsu?-.
-He investigado y nuestro clan, tiene potencial en el elemento de fuego, "Katon" y el elemento rayo "Raiton". He logrado completar la técnica de...-. Las palabras de Itachi fueron interrumpidas.
-¡Hey! Necesitamos que estén presentes ahora mismo, nueva gente ha llegado a Akatsuki-. Llegó un hombre, con una vestimenta igual a la de los jóvenes, pero este portaba una cinta color negro y montaba un caballo color marrón.
-Gracias, tío Izuna, en un momento estaremos allí-
-Me preguntó de que aldea serán, ¡Andando!-.
Los jueves partieron a su aldea, les había tomado años formarla, bajo el nombre de Akatsuki, guerreros de distintas aldeas, fastidiados de las malas acciones de los gobernantes, preferían huir de sus tierras natales y pertenecer a la nueva aldea, formada por dos los líderes de los clanes más prestigiosos. Los jóvenes llegaron a tiempo, se acostumbraba a realizar un juramento ante todas las personas que vivían en la aldea, para comprobar si la persona que viviría en Akatsuki era confiable, los chicos observaban atentamente al nuevo miembro. Madara portaba ropaje negro, con toques azul marino, al igual que su cinta en la frente y el símbolo de Akatsuki, representada por una nube roja y el segundo líder, Hashirama, vestía ropas de color blanco y amarillo, con una banda blanca sobre su frente.
-Antes de entrar a estas tierras, tienes que jurar ante toda está gente, lealtad y honor, aquellos que traicionen Akatsuki, serán castigados con la muerte. Tu, Sasori de Sunagakure, juras honradez y respeto ante tus líderes, compañeros y habitantes de Akatsuki, juras proteger a estos plebeyos del enemigo y sobre todo, abandonar por completo tu hogar-.
-Le doy mi palabra mi señor-. Se colocó en una sola rodilla e hizo una reverencia ante sus líderes.
Hashirama entrego un pergamino, con el juramento escrito y seguido de esto, un kunai. Sasori corto su mano y con la sangre que brota de la herida, la plasmó en el papel, que después de aquello, un sello apareció en el centro.
-Si este pergamino prende en llamas, quiere decir que nos has traicionado. Por el momento, te doy la bienvenida a tu nuevo hogar, Sasori de Akatsuki-.
-Tiene mi palabra, no volvería jamás a esas malditas tierras-.
-Bien, estupendo, ven para curar tu mano-. Llamo el segundo líder, las demás personas se dispersaron y fueron a dar la bienvenida al nuevo miembro.
Madara sonrió, las personas confiaban cada vez más en el y nuevos guerreros llegaban, era increíble que no solo en Konohagakure existiera tanta maldad. Por ahora, debía atender un nuevo asunto.
-Obito, ¿dónde estuviste todo este tiempo?-.
-Entrenando-. Óbito se inclinó ante su padre, mostraba respeto, pues no solo era su padre, también su líder.
-Hoy vendrá en padre de Rin, ¿la recuerdas? El señor Nohora y yo, tuvimos un acuerdo hace tiempo, tu tomarás como esposa a esa joven-. Óbito se sorprendió ante aquello.
-Pero, yo no he hablado con ella, ni siquiera me gusta-.
-Eso no importa, lo importante es unir fuerzas y tener de nuestro lado, un poderoso Biju-.
-Podriamos hacer alianzas con los Uzumaki, el número de miembros es mayor al de los Nohara-.
-De eso no te preocupes, Hashirama se está encargando de eso-.
-Pero, yo no quiero casarme-.
-No lo hagas por mí, hazlo por la aldea, debemos estar preparados para cualquier ataque sorpresa, uno de nuestros espías, a conseguido información y sabemos que el maldito de Danzo, ha matado gente de nuestro clan, nuestros ojos son lo más valioso en este mundo, nosotros poseemos a gente de valiosos poderes visuales y está ideando la forma de conseguir el poder Hashirama. No podemos permitir que caiga en sus manos, ni el Sharingan, mucho menos el Rinnegan-.
–"Mi madre decía que la felicidad la encontraba, con aquella persona que me amara y que yo correspondiera a eso también, pero mi padre tiene razón, ahora esa felicidad no importa. Me niego a perder a mi familia–"
-Lo haré padre, por el bien de la aldea-.
-Estoy orgulloso de ti hijo, ahora iré a dar indicaciones a los sirvientes, la cena será esta noche y tenemos que estar preparados y presentables-.
-Claro-. Madara partió y óbito, aún dudaba en hacer aquello
-Obito, escuchamos todo y... Lo siento-. Sus hermanos aparecieron.
★Nota: En esta historia, en el Clan Uchiha, se acostumbra llamar a sus "primos" como hermanos.
-Todo sea por la aldea y el bienestar de ustedes-.
-Lo mejor es que no lo hagas, además tu ya amas a alguien-. Óbito se sonrojo ante aquello.
-No es así Shisui, yo no amo a nadie-. Se cruzó de brazos y se volteó indignado.
-Oh claro, cabellos grises, cicatriz en el rostro, rostro cubierto y de Konohagakure-. Añadió Itachi, de dorma divertida.
-¿Hablas de Hatake Kakashi? Por favor, no puedes confundir un tonto amorío de niños, con algo tan importante como lo es formar alianzas, además, que me casé con Rin, no significa que deba amarla-.
-Hasta yo sé que es lo más cruel que podrías hacerle a una persona-.
-Aun eres pequeño Sasuke, no comprenderias estos sacrificios. Si me permiten, tengo que ir a prepararme para esta noche-.
–"Realmente te sigo amando Kakashi, no olvidado lo duro que fue despedirme de ti aquella vez que partir, estuve cansado de escaparme por las noches y verte en nuestro punto de reunión. Hoy se acabará todo eso, no puedo tener a una persona de Konohagakure. ¡Las alianzas son más importantes!–"
Remin
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La leyenda del gato amarillo (ObiDei)
SonstigesEn épocas de guerra y desdicha, existió una leyenda, sobre aquel que se adentrará a lo más profundo de los bosques sombríos y penumbrosos de Konohagakure, tendría la dicha de encontrarse con un precioso gato amarillo, de pelaje dorado y reluciente...