Disculpas
La ceremonia finalmente culminó, Óbito no podía olvidar el rostro de Deidara, se sentía tan miserable al no poder ir tras el, seguramente en pobrecito no tenía idea de lo que sucedía. Se dirigieron a la celebración, donde el banquete está servido, el no quería estar presente, pero su ahora esposa no se despegaba de el, al parecer ella si disfrutaba del momento, pero el, abochornado sufría las felicitaciones, las típicas preguntas de donde vivirían, cuantos hijos tendrían y como se había conocido, a lo que cual solamente Rin respondía, pues Óbito buscaba con la mirada a Konan.
-Obito, estás muy distraído, ¿se te ofrece algo?-.
-H-He, no yo solo ire un momento con mi amiga-.
-No puedes irte con otras mujeres estando yo aquí-.
-Lo siento pero ella es parte del consejo y debo preguntar algo-. Se separó rápidamente de Rin.
Suspiro satisfecho, pudo librarse del agarre de Rin, camino buscando a Konan, finalmente pudo encontrala, ahora debía preparar todo un discurso de disculpas, ya que había sido muy grosero con ella.
-Konan amiga, luces muy bien-. Intento de sonar amable.
-Ahorrate eso Uchiha, si vienes a preguntar por Deidara te diré tres palabras. "No-Lo-Busques"-.
-Vamos Konan, se que me porte como un idiota, pero hay una explicación-.
-Supongo que tu compromiso-.
-No, en realidad fue por... Kakashi-. El nombre lo dijo en un susurro.
-¿Qué? No puedo creerlo, debes contarme-.
-Primero Deidara-.
-Ahhh, bien, pero si lo vuelves a lastimar, te juro que te asesinare-.
-Lo prometo-.
-El se quedó en casa, ve rápido antes de que Nagato se dirija hacía allá-.
Óbito asintió e igual que un roedor, se escabulló entre la gente, cuidando que Rin no lograse verlo, logro su cometido y salió corriendo hacía los establos, un guardia que cuidaba la zona le vio llegar.
-Oh joven Óbito, ¿pasa algo?-.
-No, bueno sí, necesito que me acompañes-.
-Claro enseguida tomó mi caballo-.
Ambos hombres subieron a sjs corceles, Óbito emprendió camino y el guardia lo siguió. Obito no tardo mucho en llegar, bajo de su cabello y dio una última orden.
-¿Cual es tu nombre?-.
-Hoshigaki Kisame señor-. Se inclinó hacia el.
-Bien Kisame, te tengo una misión, deberás avisarme si ves a alguien de la familia por aquí, a menos que sean mis hermanos-.
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La leyenda del gato amarillo (ObiDei)
AcakEn épocas de guerra y desdicha, existió una leyenda, sobre aquel que se adentrará a lo más profundo de los bosques sombríos y penumbrosos de Konohagakure, tendría la dicha de encontrarse con un precioso gato amarillo, de pelaje dorado y reluciente...