Despertar
Inclusive si otros la vieran con ojos de deseo, respeto e incluso admiración, en el fondo su sonrisa mostraba satisfacción, caminando por los fríos y largos pasillos de la enorme casa que encerraba su hipocresía, con ambas manos en aquella abultada barriga y pasándolas por todo su extensión, suspiraba aliviada, si tiendo que los problemas cada vez desaparecían más, ahora solo debía fingir el dolor que jamás sentiría en su vida, la traición.
-¿Puedo pasar?-. Pidió al líder que se encontraba en otra habitación.
-Pasa-. Escucho las palabras secas de Madara
-Disculpe que lo moleste, pero necesito hablar con usted-.
-Toma asiento, debo comunicarte primero que Óbito a sido enviado a una misión, probablemente regrese en dos semanas, lamento mucho su comportamiento, también te pido que consideres tu estado y permanezcas descansando-.
-Agradezco su preocupación, pero con todo esto que ha sucedido, le pido por favor que me lleve a ver a mi padre, necesito estar cerca de ellos por favor-.
Madara la miro, su rostro realmente lo compadecía, pues su hijo la había traicionado, burlándose en su cara aún sabiendo que ella poseía un ser de su misma sangre.
-Esta bien, si gustas mañana mismo prepararé todo para que partas por la mañana-.
-Muchas gracias por su comprensión, quiero pedirle una última cosa-.
-Te escuchó-.
-Quiero que una persona en específico sea mi escolta-.
-¿De quien se trata?-. Sus ojos pasaron a ser apaciguados a unos llenos de un orgullo asqueroso.
-Se llama Deidara, el es un gran amigo mío, vive con... La señorita Konan-.
-Ha ya veo, lo conozco muy bien, es estudiante de Konan y discípulo de Yahiko, lo han entrenado bien, de acuerdo en unas hora iré a pedir por su reclutamiento, tenlo por seguro-.
-Gracias señor, me iré a dormir-.
-Pasa buena noche-.
Con una última reverencia, salió de la habitación, yendo de inmediato a la suya, debía apresurarse, pues el día de mañana, sería todo un espectáculo, probablemente daría a luz, probablemente aquel joven estaría entre la espada y la pared, una vez llegó a su habitación comenzó a redactar una última carta:
“Nos volveremos a ver después de tanto tiempo, nuestros planes de estar juntos serán posibles, te he cumplido con mi cometido, poseo una gran cantidad de ojos para ti, además de que llevaré a una persona especial para ti, nos veremos mañana, en la hora acordada"
Terminó de escribir doblando la hoja con suma paciencia, poniéndola dentro de un sobre, cerrándola y sonriendo tenebrosamente.
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La leyenda del gato amarillo (ObiDei)
De TodoEn épocas de guerra y desdicha, existió una leyenda, sobre aquel que se adentrará a lo más profundo de los bosques sombríos y penumbrosos de Konohagakure, tendría la dicha de encontrarse con un precioso gato amarillo, de pelaje dorado y reluciente...