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Sharingan

Antes las últimas palabras de Konan, Óbito simplemente callo y salió de la bonita casa junto con Deidara, ambos caminaban tranquilos por la aldea, tomando atajos para llegar más rápido a los campos de entrenamiento, Deidara admiraba la belleza del...

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Antes las últimas palabras de Konan, Óbito simplemente callo y salió de la bonita casa junto con Deidara, ambos caminaban tranquilos por la aldea, tomando atajos para llegar más rápido a los campos de entrenamiento, Deidara admiraba la belleza del lugar en donde habían llegado, era un pequeño bosque al lado de un estanque, con tableros de tiro y troncos gruesos desgastados. Óbito miraba de reojo al rubio, se deleitaba con su rostro de asombro, sus expresiones graciosas al descubrir un lugar y objetos nuevos, era tan inocente y no podía creer que le mostraría a usar un arma y defenderse, el podría hacerlo, pero su día siempre es tan ocupado.

-Bien, hemos llegado finalmente, ¿qué te parece el lugar?-.

-Todo es muy extraño y me gusta-. Respondió emocionado.

-Aún no estoy de acuerdo a mostrarte este tipo de cosas, podrías hacerte daño. Pero es importante, si alguien quiere hacerte daño o se acerca a ti con malas intenciones, debes hacerle saber que no eres un estúpido y le cortaras el cuello-.

-¿No entiendo?-. Dijo entristecido, aún no comprendía su larga explicación, Óbito no era como Konan, ella explicaba punto por punto y estaba acostumbrado a su lenguaje formal.

-Te pondré un ejemplo, sostén esto-. Óbito saco un kunai y se lo entrego, sus pieles se volvía a encontrar y su cuerpo reaccionaba extraño ante su tacto.

-Oh, yo conozco esto. Nagato me mostró esto-.

-B-Bueno pero el no está aquí ahora mismo, así que yo seré tu maestro el día de hoy. Ahora, si alguien quiere acercarse con intenciones de atacar, es decir, lastimarte. Sostendrás esto así, giraras tu muñeca y lo clavaras justo aquí, ¿entendido?-. Óbito sostuvo la mano de Deidara, realizó un movimiento lento y se detuvo cerca de su pecho.

-¡Sí lo he entendido!-.

-Esto es algo sencillo, pero muy útil, usalo responsablemente, solo quien quiera lastimarte recuérdalo o a Nagato o Sasori-.

-Pero ellos jamás me han lastimado y no quiero hacerles daño-. Respondió con cierta preocupación.

-Ya lo sé, solo estoy jugando, solo no te apegues mucho con ellos-.

-Pero a mi me gusta estar con ellos y su cabello-.

-¿¡Qué demonios tienen en el cabello que te encanta tanto!?-.

Óbito se detuvo al notar el tono que había usado con Deidara, quién se asustó al oír la furiosa voz de Óbito y no comprendía el porque, al igual que el pelinegro, su corazón dolía al ver el rostro de miedo de Deidara e inmediatamente intento borrar eso.

La leyenda del gato amarillo (ObiDei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora