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Desastres

La noche cayó finalmente, la casa grande de la aldea se preparaba para recibir a sus invitados

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La noche cayó finalmente, la casa grande de la aldea se preparaba para recibir a sus invitados. La enorme mesa de madera fina, era adornada con precioso manteles color beige, los cubiertos eran de plata reluciente y los cojines sobre el suelo, eran un color vino. Madara observaba con orgullo todo el bonito comedor, se había preparado elegante y guapo para ser el centro de atención del lugar, pero no contaba que el moreno a su lado, se vistiera más formal de lo normal y sobresaliera ante su linda vestimenta. Por otra lado, Óbito, era alistado con un pulcro kimono negro y adornos negros, la cinta atada al rededor de su cintura, era del mismo color que la que portaba en su frente, blanca con bordados rojos.

-Te vez bien hermano-. Llegaron dos jóvenes. Ellos acostumbraban llamarse así, pues habían creído juntos y educados de la misma manera, como hermanos.

-Gracias Shisui, ustedes lucen bien, pero no tanto como yo-.

-No me importa mucho mi vestir, despues de todo, no seré yo quien será el centro de atención de esta cena-. Dijo burlón el de coleta.

-Esta cena me abruma, siempre son tan aburridas y odio tener las miradas fijas en mí-.

-No hay mucho que puedas hacer, después de todo, esto es por una alianza, ¿recuerdas?-.

-Ahhh, no me molesten más con eso. Tienes razón Shisui, pero aún no me hago la idea de casarme, no estoy preparado para algo así-.

-Si yo fuera tu, cancelaría este compromiso arreglado-.

-No es tan fácil Itachi, mi padre confía en mí y no puedo defraudarlo-.

-Obito, eres muy terco para escuchar, pero, piensa por un vez en tu vida, por tu felicidad y analiza si en verdad quieres esto-. Itachi camino hacia la salida de la habitación y dirigió unas últimas palabras, antes de abandonar aquel cuarto.-Nos vemos en la cena-.

-Itachi tiene razón, no siempre podrás cumplir con los caprichos de tu padre-. Shisui salió del lugar, dejando solo y pensativo al pelinegro.

Óbito en el fondo de su corazón, deseaba encontrar la felicidad de sentirse amado, había perdido a su madre y su padre, no era el tipo de hombre que demostraba sus sentimientos. Kakashi era un guerrero de Konohagakure y el de Akatsuki, ambos bandos eran enemigos, tenía tantos obstáculos, por un lado el hecho de que su padre confiaba en el y por el otro, perder a Kakashi para siempre. Suspiro y salió de la habitación, camino por los largos pasillos de la enorme casa y llego hasta fuera de la enorme casa, donde su padre lo esperaba.

-Al fin llegas, tu prometida está apunto de llegar, oh mira, allí vienen-.

De una linda carroza, salieron dos hombres que portaban espadas y ropaje que los caracterizaba como guardaespaldas, las puertas fueron abiertas y de ella, salió un hombre mayor, detrás de el, una joven hermosa, de cabellos castaños sujetos con lindos broches de oro y piel blanca, sonrió amistosa al visualizar a su futuro esposo.

La leyenda del gato amarillo (ObiDei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora