En épocas de guerra y desdicha, existió una leyenda, sobre aquel que se adentrará a lo más profundo de los bosques sombríos y penumbrosos de Konohagakure, tendría la dicha de encontrarse con un precioso gato amarillo, de pelaje dorado y reluciente...
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Las sospechas cada vez eran más, la gente se preguntaba porque alguien de apenas 6 meses de embarazo, lucía una barriga tan grande, las respuestas por parte de Rin eran nulas, defendiendo su "posición" pues según sus palabras, eran asuntos relacionados con un desarrollo temprano, algo que ni el propio Hashirama podía entender, su atención médica y el seguimiento de su embarazo, lo llevaban personal de su Clan, no permitiría que la verdad se hicieron presente, faltaba tan solo poco tiempo para el nacimiento, pues su verdadero estado era de ocho meses, las preocupaciones también llevaban, si el pequeño nacía con el color de cabello de su verdadero padre, sería todo un problema. Su esposo se había retirado hace una hora y no regresaba, su enfado crecía, su estado de ánimo era todo un problema en su situación.
-¿A dónde vas Rin?-. Escucho la voz de su líder.
-Ire a buscar a Óbito señor, se ha demorado mucho-.
-El dijo que estaría en el campo de tiro, volverá después-. Intento razonar.
-Es mucho tiempo, iré a buscarlo, con permiso-. Salió de ahi finalmente, dejando a Konan con un mal sabor de boca.
-Señor, buscaré a mi discípulo, me retiro-. Después de una reverencia, también se fue, siguiendo a Rin intentando alcanzarla.
Rin caminaba entre la gente, buscando a su esposo y al rubio, no visualizo a ninguno, maldecía en voz baja, de nuevo se burlaban de ella, hacia meses que no sentía tanto enfado.
-¡Rin! Espera por favor-. Escucho detrás de ella, ignorando las palabras de la mujer y continuando su camino, Konan no se quedó atrás y la siguió hasta alcanzarla.
-Ahora no tengo tiempo, estoy buscando a mi esposo-.
-Madara dijo que está en el campo de tiro, además, con tu embarazo es peligroso que te acerques allí-.
-Le voy a pedir, que no se meta en mis asuntos-. Dijo enfurecida.
-Solo es un consejo, además quería preguntarte algo-.
-A mi no me hables de "tú" que no somos iguales querida-.
-Oh claro que no, yo soy más correcta y educada. Tu claramente no, pero no vine a eso-.
-Pierdete zorra-. Rin se dio la vuelta y continuó su camino, pero Konan fue más rápida.
-Sí no estuvieras embarazada, te juro que te golpeaba, pero solo vine a decirte, que no creo que esa barriga sea de seis meses, Óbito es muy tonto para darse cuenta de esos pequeños detalles, pero yo no-.
-N-No se de que hablas-.
-Sí sabes de qué hablo, si ese niño no es de Óbito, mejor déjalo que sea feliz con quién si ama-.
-¡Como te atreves! Me estas difamando terrible, orillando a Óbito a estar con otra persona, sabiendo que ambos tendremos un hijo-.
-Rin, se que mientes, ¿de quién es el niño? Si me dices ahora, nos evitamos más problemas-.
