*Capitulo 5*

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Después de varias clases, de matemáticas, física, biología, lengua y arte además de una examen de iniciación par ver mi nivel llego el recreo.

Me encontraba con Raquel dejando las cosas en las taquillas, seguidas de Tamara. Había un montón de gente cuchicheando por el pasillo y otros directamente salían al patio. Mientras ordenaba a la perfección mis libros desvié mi mirada, creo que es obvio, Bailey, exacto, no podía parar de pensar en lo que me dijo. Pero porque no me he parado, a ver viendo al Dios ese de ahí es muy seguro que el tenga novia, pero ¿por qué no lo menciono nadie antes?.

Mis pies y mi mente inquieta hicieron que sin pensar marchara a caminar a su dirección. No se ni porque iba, ni que hacía, solo caminaba a través del pasillo sin pensar.

-Dianne, ¿quieres algo?- si, había llegado hasta el y estaba petrificada, congelada, quieta viendo cómo el estaba rodeado por un grupo de niños y niñas. Cuando el se giró y me vio, todos hicieron lo mismo.

-n-no, a ver, si-Antes de continuar una voz me interrumpió.

-te puedes ir yendo Zorra- una chica rubia de ojos verdes estaba enfrente de mi, con una mano apoyada en su cadera derecha simulando liderazgo. Me molestó que la rubia me hubiera dicho eso. Y ni me percaté que todo el pasillo me estaba mirando. -El ya tiene novia- dijo mientras mascaba molestamente un chicle.

-bien por el- estaba a punto de pegar a la rubia, espera, si ella era su novia, eso de llamarme rubita...

-bonita ropa la verdad, y que sepas que hueles a mierda- ¿que? Vale vale, esto no iba a acabar así.

Me eché a carcajadas sarcásticas y molestas según la rubia.-Perdón y tú eres...- dije imitando ese gesto de la mano en la cadera. -Ah verdad a parte de tonta, una pu...-

-Dianne déjalo-escuche una voz de fondo, grave y profunda, ya sabía que la había escuchado antes, pero no me acordaba, en ese momento sólo quería arrancarle el pelo a la rubia.

- eso déjalo se una cobarde de mierda- imito la rubia a el chico, del que todavía no había reconocido su voz.

-creo que es suficiente Riley- la voz de Hugo hizo más tensa la conversación entre Riley y yo.

- te voy a- antes de que agarrara de los pelos a Riley alguien me agarro, el chico de la voz grave, Lucas, Lucas me había sacado de ahí, y yo me alejaba de ahí pareciendo un saco de patatas.

- déjame matarla Lucas- dije intentando escapar de sus fornidos brazos.

- he dicho que nos vamos, te recomiendo que te dejes de meter en líos- su voz grave y tranquila llamo mi atención.

Lucas me bajo al suelo, era muy alto y parecía mayor ya que parecía que tenía barba y se pasaba la cuchilla, dejando así unas pequeñas marcas .

- ¿me vas a mirar todo el día?- espetó.

-¿porque lo has hecho?- hable mientras miraba fijamente a sus ojos, ojos marrones y oscuros.

-deja de meterte en problemas- toco su oreja, donde había un piercing en ella y después se llevó la mano al bolsillo, sacó un encendedor y una caja de cigarros.

-¿quieres?- me ofreció- no- si, acababa de sonar muy borde, pero no iba a meterme en ese vicio continuó, no lo iba a hacer.

-bien- cerró la caja metiendose las manos en los bolsillos se marchó.

Mi intención no fue seguirle, solo me quedé ahí, recordando todo lo que había pasado hace un momento. Raquel y Tamara aperecieron segundos después.

-todo el rumor está disperso- de que hablaba Tamara.

-¿que dices?- dije

- de que te has metido con Riley porque te gusta Bailey pero estás con Lucas- que narices estaba pasando.

-no, no y no el idiota de Lucas me saco de ahí por qué quiso y Bailey no me gusta es egocéntrico y es un fuck boy, y aunque esté bueno no me gusta- concluí.

-bueno algo bueno tengo- ¿como narices había llegado a estar Bailey detrás de mi y ninguna de mis dos amigas me ha dicho nada?.

-¿has escuchado la conversación?- hable avergonzada.

-y tanto- soltó esa sonrisa que tanto le favorecía y tanto destacaba del el.

Entre suspiros- por cierto rubita, quiero decirte que lo siento por lo de Riley a veces es muy, bueno me entiendes-

-espera un momento ¿El famoso niño mimado egocentrico se está disculpando?, esto necesito grabarlo- en efecto estaba sorprendida.Antes de que el diera media vuelta se me iluminó la mirada y lo entendí.

- me encanta que tomes a la <<rubita>> de tu novia por tonta e ingenua- el rio, creo que con solo esa risa me hizo el día.

Era la hora de la comida y las monjas querían anunciar algo supuestamente <<importante >>.

-bien niños y niñas, hemos pensado de tener un poco de diversión aquí, así que haremos un baile en el primer semestre- hablo Berta, la monja amargada.

Al momento de anunciar y explicar un poco de que va, preguntaron por un chico y una chica que planearan el baile. Todo el comedor se hizo en un silencio que pareció durar una eternidad.

-bien, ya que nadie quiere, lo buscaré yo misma- y con eso concluyó.

El resto del día la gente se la paso hablando de que se iban a poner o como esperaban que fuese.

Antes de darme una ducha una monja se me acerco mientras iba por el pasillo.

Dianne Jefferson por favor, vaya al despacho de la sr.Berta.

- ah , ¡¿y ahora que has hecho Dianne?!- dijeron Tamara y Raquel al unísono.

La verdad es que no lo sabía, yo estaba confundida, así que no me esperaba nada paranormal, ya que mi primer día lo pasé en un sótano.

Al entrar en el despacho me encuentro a Jackson sentado enfrente del escritorio de Berta.

- señorita Dianne, que placer, bueno os cuento, como nadie quiso hacer lo del baile, rebusqué entre unos archivos y di con vosotros dos. Tú Lara, eres nueva y hacer esto se haría reconocible en tu expediente y tu Jackson necesitas un... mejor expediente- dijo Berta emocionada.

Al salir Jackson y yo nos dirigimos al comedor.

- tengo algunas ideas- dije intentando abrir una conversación

-ah, vale- ¡¿ah vale?!, ¡¿que clase de respuesta era esa Jackson?!.

Nos pasamos dos horas dando ideas y escribiéndolas en un cuaderno, ya que solo teníamos una semana para planificar, colocar y preparar la fiesta.

- bien entonces quedamos aquí mañana por la tarde para hablar de los apuntes- Jackson sonrío al cerrar el cuaderno, eso era adorable.

- me parece bien- dije, mientras salíamos del comedor.

*Después de cenar*

-Dianne, he invitado a Raquel a una pijamada- me dice Tamara con su acento mexicano.

Asentí y me dirigí al baño a cambiarme, a lo largo del día busqué un hueco para deshacer la maleta y preparar mi parte del cuarto a mi gusto, y así poder disfrutar de algunas fiestas de pijamas.

Minutos más tarde, me encontraba sentada en la cama con una caja de bolitas de miel robada de la despensa de la cocina. Mientras escuchaba a Tamara y a Raquel hablar sobre cotilleos y alguna idea para el baile que me hizo pensar en jackson, cómo poner buzones para que la gente invite a través de cartas, o sobre algún tipo de vestimenta. Al resto de la noche solamente las escuchaba hablar y hablar aunque a veces iban a robar comida de la despensa hasta que se quedaron dormidas, todas excepto yo, hundida en mis pensamientos, y sin pegar ojo.

Si tú supieras [en proceso ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora