Historias, Leyendas de terror y Creepypastas

Homicidal sisters

Mi nombre es Tania y esta es mi historia:
Era un viernes cualquiera, mi padre llegaba tarde estos días por lo que no lo veíamos hasta la cena o a veces solo por las mañanas pero ese viernes fue diferente….
Me levante, eran aproximadamente las 3 de la mañana y dirigiéndome al baño oí la puerta de la entrada. Se encontraba a unos cuantos metros del lugar de donde estaba parada a sí que sigilosamente me acerque y vi a mi padre, un poco desaliñado el pobre hombre y con un fuerte olor a alcohol que emanaba de su boca. Me miro un poco atontado y sujetándome fuertemente me lanzo al suelo y quitándome la ropa a golpe y manotazos me violo.
Nunca le dije a nadie y mi padre siguió su abuso cada viernes cuando mi madre estaba de viaje de negocios. Comenzó a amenazarme, decía que si alguien se enteraba de lo que me hacia mataría a mi hermana pequeña. Por eso mantuve silencio por un largo tiempo, hasta que Tamar cumplió 11. Yo ya tenía 13 años y llevaba un año cumplido de los abusos de mi padre cundo Tamar comenzó a darse cuenta de que algo sucedía por las noches.
Un día mientras estaba en clases de educación física me desmaye y me hospitalizaron en urgencias por una anemia grave. Mi hermana tenía pruebas suficientes y unas semanas de mi recuperación descubrió a mi padre en el acto. La mire y ella me devolvió la mirada, no una mirada de decepción, ni odio sino de pánico como si me dijera “Que debo hacer mi hermana está siendo violada”. Corrió a la cocina y mi padre dejándome sobre el suelo salió a su busca, de pronto oí un horroroso grito y me levante corriendo a la cocina.
Mis piernas fallaron y me desvanecí contra el suelo y aterrada vi el cadáver de mi padre con un cuchillo en el cuello y mi hermana sujetando de él. Me quede petrificada mientras mi hermana soltaba del cuchillo soltando el cuerpo contra el piso. Un gran portazo se oyó de la puerta del frente, era mi madre y cuando vio a su marido muerto en el suelo no supo cómo reaccionar más con que los golpes que dio contra mí. Caí inconsciente por los golpes y lo último que hoy eran los gritos de mi madre y sangre derramándose sobre el suelo.
Desperté hospitalizada en urgencias pero no sabía si imaginaba cosas o era un sueño. Mis ojos!, tenia ambos ojos abiertos pero solo mi ojo izquierdo observaba con claridad lo que sucedía, mi ojo derecho estaba ciego y lo peor el derecho había perdido el sentido de color. Mire a todos lados pero nada todo era completamente gris, y hay la vi, casi a punto de romper a llorar. Mi querida hermana recostada en una cama a mi lado con un gran vendaje en los ojos. Ya no lo soporte mas y sentí que algo pasaba por mi cabeza un sentimiento completamente diferente a todo lo que he sentido “LOCURA”. Arranque el suero de mi brazo izquierdo observando que mi mano derecha se encontraba vendada por quemaduras y tome inconscientemente la botella que había a mi lado y a la primera enfermera que observe la ataque con mi botella rompiéndola en mil pedazos sobre su rostro y con los cristales cortar su cuello; “Ya no había razón solo era necesidad” pensaba para justificar lo que acababa de hacer y de pronto vi el color, el único color en mi mente “LA SANGRE”. Era simplemente una hermosa vista y con mis dedos pase atreves de aquel cuello abierto apretándolo y viendo como esos brillantes hilos de líquido carmesí. Deseaba mas, definitivamente mucho mas, observe a mi hermana a mi lado me acerque y susurrando dije “DE QUE COLOR SERA TU SANGRE?” y apunte el pedazo de cristal a su cuello. Ella calmadamente me dedico una dulce sonrisa y poniendo su dedo sobre el cristal y asiendo un pequeño corte en el me dijo “Aquí la tienes”. Desesperada rompí en llantos, como pude pensar en un momento matar a mi pequeñita hermana, la cual salvo mi vida y me dio esta locura. Le removí el suero y busque nuestras ropas, no podíamos quedarnos hay ya nos habíamos vuelto ambas unas hermanas homicidas. Escapamos ese día y dentro de una casa abandonada seguimos viviendo aun, Tamar en casa y yo asiendo lo que comencé a amar, “ASESINAR”.