Tu rencor me alimenta

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Extraído de un  Diario.
11 de octubre de 2013
Hace no más de 3 horas, Toby (mi mejor amigo) y yo fuimos a casa de Martha, mi novia, la cual hacía más de una semana que no veía, para algunos, esto puede sonar absurdo, pero para mí una semana era semejante a una eternidad entera, me siento muy agradecido de tenerla, recientemente cumplimos nuestro 1er aniversario juntos, soy enormemente feliz.
Pero regresemos al grano. Tomamos un taxi para llegar, ya que su casa estaba al otro lado del pueblo. Me sentía con ansias de verla. No llevábamos más que 5 minutos de recorrido, cuando Toby rompió el hermoso silencio y borró mis bellos pensamientos.
– Veo que tú y Martha son bastante felices ¿No? Son de las mejores parejas que he visto en mi vida, pocas relaciones a nuestra edad duran tanto. Dime, ¿Alguna vez has pensado que les deparará el futuro? – Me preguntó con una risa burlona.
– Claro que si – le conteste – Todos los días he estado pensando en lo que podríamos llegar a ser, una pareja feliz, con una relación plena y segura, quien sabe, tal vez en un futuro podríamos casarnos, aunque creo que es muy temprano para pensar en ello ¿No crees?
A juzgar por la expresión de su cara, parecía no querer tomarme en serio. Él siempre ha sido una persona burlona y poco caritativa, pero era alguien honesto y bastante listo, buenas razones para ser mi mejor amigo. Él siempre me daba consejos para hacer feliz a Martha, por alguna razón, esta no era la ocasión, era como si hubiese perdido interés en nosotros o simplemente no soportaba la idea de que nuestra relación fuese de lo mejor.
– Verás…yo creo que no deberías confiarte. Personas como ella te hace creer que tu vida será color de rosas, te hacen creer que tienen el futuro asegurado y que vivirán felices por siempre. Pero haz caso a lo que te digo: tarde o temprano, podría llegar a dejarte abandonado, eso sí, tras sacarte lo necesario.
Mi alegría se volvió rabia. Aquellas palabras, provenientes de quien siempre consideré mi mejor amigo, me hicieron dudar de todos los consejos que me había dado. ¿Cuál era su maldito problema?
– ¿Cómo puedes decir eso de ella? Yo sé que ella es alguien de buen corazón, ninguno de nosotros se haría daño mutuamente, yo la amo.
– Pero… ¿estás seguro que ella a ti? Deberías romper con ella, antes de que salgas herido y yo tenga que recoger los trozos de tu pequeño corazón.
No conteste. Me quede callado en el resto del recorrido, fue de los silencios mas eternos e incómodos de mi vida.
Llegamos. Martha nos esperaba afuera. Yo le había avisado por SMS que iríamos a verla para ver una peli de horror, la idea fue propuesta por Toby (el era un pequeño fanático de las pelis de dicho género).
Comenzamos a ver “El resplandor”, Martha se acurrucaba junto a mí, mientras yo acariciaba con cariño y delicadeza su cabello rizado, era de los momentos más lindos que hubiese tenido.
Toby estaba en el sillón individual, me sorprendía lo callado que estaba, normalmente en este tipo de películas, él es el más inquieto, siempre traga puñados de palomitas, y empieza a gritar de emoción en los momentos más aterradores e inquietantes. Pero esta vez, estaba sentado, calmado, analizando la película, como si la estudiara, no hizo ningún ruido en toda la noche.
Al final, pedí un taxi para llevarnos de regreso. Toby me dijo que se quedaría un rato más, ya que unos primos que recién llegaban a la ciudad, lo recogerían ahí mismo. Me despedí de Martha con un beso, e inmediatamente subí al taxi.
Mientras nos alejábamos, pude ver a través del espejo retrovisor, a Toby entrando a casa de Martha, con ella a su lado.
“Debe haberlo invitado a tomar algo mientras esperaba” pensé. Pero empecé a sentir algo dentro de mí, algo que me punzaba el pecho, y hacia que me doliese la cabeza. No sabía lo que me pasaba.
Creo que me detendré por hoy hasta aquí, ya es tarde, y tengo que dormir, tengo asuntos importantes mañana. El reloj marca las 2: 06…

14 de octubre de 2013
Escribo esto mientras estoy en el metro, me dirijo al colegio, no pude escribir nada los otros días, ya que estuve bastante ocupado con serios proyectos de mi trabajo de Ciencias. En todo este tiempo no he tenido inconvenientes, pero puedo dejar de pensar en esa noche…en lo ocurrido…en esa sensación, el dolor de pecho, Toby, Martha, yo…eran acaso… ¿celos?
No. Yo nunca he sido una persona celosa. Martha me ama, y yo a ella. Pronto, podremos tener una vida juntos. Entonces… ¿porque vuelve esa sensación al pensar en ella y Toby? En lo que pudieron haber hecho, esa noche. Acaso, ¿ella pudo haberme traicionado? Mierda. Me siento con ganas de golpear algo, no puedo contener mis pensamientos, tengo la sensación de que mi cabeza va a estallar…en cualquier…momento… ¡Rayos! No puedo escribir más con esta actitud, hay una mujer en el asiento de enfrente viéndome. Debe creer que soy un lunático…tal vez lo soy.

Historias, Leyendas de terror y CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora