Adicto al miedo

171 11 4
                                    

...



Hola

...

V-Vengo a contarles mi historia... ¿Presentarme? Bah, no lo veo estrictamente necesario, y... bueno, prefiero conservar mi anonimato...

Quieres saber quién soy, te he intrigado... ¿cierto? Está bien... Te responderé con un ejemplo...

Mírate... ¿Qué haces en una página como esta? Oh, te gustan este tipo de historias, ya veo... Seguro que estás buscando alguna que te erize todos los vellos del cuerpo, ¿cierto?... Eres justo como yo... O como yo lo fui...

Yo era un niño normal, iba a la escuela, vivía en un apartamento, tenía amigos, una familia... Hubo un tiempo en el que todos mis compañeros andaban locos con las historias de terror... Esas historias nos parecían lo más aterrador que odíamos imaginar, claro está, que ahora las recuerdo, e incluso me parecen chistes... Dios, cómo les agradezco el haberme hecho ser quien soy... Creo que me interesé demasiado en ese tipo de historias, y me fui apartando cada vez más de mis amigos... Solo me la pasaba recolectando relatos aterradores... Lo que más me gustaba era contárselos luego a mis amigos... En ocasiones las modificaba, para conseguir asustarles, lo cual no era una tarea fácil...

Dios, adoraba ver sus caras... Pálidas... Aterrorizadas... Disfrutaba de veras haciendo que no durmieran por la noche, recordando el horrible monstruo del que les haía hablado... No tenía precio...

La primera vez que toqué un ordenador tenía 10 años... Ese aparato infernal sí que me alejó de lo que se conoce como... "vida social". Mis padres andaban preocupados, creían que me había causado adicción, lo cual me enojaba, no me gustaba que juzgaran mis actos... Era un crío bastante rebelde para mi edad, ¿cierto?

Pero lo único que hacía, pegado a esa vieja pantalla, era nutrir mi obsesión... Leía y leía historias de terror... A veces, incluso investigaba acerca de rituales para invocar espíritus, o al mismísimo Satanás... Aunque nunca los ponía en práctica... Me divertía incentivando a mis compañeros de clase más atrevidos a intentarlo, o asustando a los más cobardes... Ellos no entendían mi placer al verlos estremecerse de terror... Pero aún así, acudían a mí cada vez que necesitaban su dosis de vasopresina... Y yo era feliz así, una perfecta simbiosis, ¿no crees?

Hasta este momento, parece ser que era como tú... Varias horas de computadora al día... Ser el experto en terror de todos los grupos, clases o equipos en los que estuviese... ¿No te suena familiar?... Debería...

Bueno... Da igual, dejémoslo... Seguro que tú también has pasado lo que yo, hasta este punto... Cuando cumplí 15 años, me dio por recapacitar sobre mi vida...

No podía dejar de lado las historias de terror, eso estaba claro, por lo que no lo iba a intentar... Pero cada vez me sentía peor... había acabado recurriendo a historias pobres, que no causaban el efecto que esperaba en mis víctimas... Ejem, dijo, compañeros... Me sentía frustrado, y enojado... ¿Que necesitaban? ¿Qué mierda necesitaban para sentir medo? ¡¿Qué?!

En ese instante comprendí que necesitaa algo más fuerte... Y comencé a planear algo, que, de seguro, les asustaría... Me sentía tan orgulloso de mi mente... Oh... ¿De qué trataba el plan, te preguntas? Disculpa, me he dejado llevar por la emoción...

El plan era simple... Un chico nuevo había entrado ese curso en mi instituto... No parecía integrarse, y siempre acababa golpeado por los más fuertes... Yo no tenía nada que perder... ¿Amigos? No me quedaban... ¿Familia? Siempre habían estado al margen de este asunto... ¿Conciencia? Apenas recordaba qué significaba esa palabra...

Historias, Leyendas de terror y CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora