Prólogo

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—No pretendíamos que esto ocurriera. Se les fue de las manos, y siento mucho tu pérdida. Sin embargo, la deuda sigue ahí —aclaró con falsa pena el hombre con traje mientras se encendía un puro de la mejor calidad de su país.

Se encontraba de pie en medio del salón de una casa humilde.

—No tengo nada que ofreceros —lloró el otro, arrodillado frente al capo—, absolutamente nada.

En la sala solo se escuchaba el llanto desgarrador de aquel, que miraba sin fuerzas el cuerpo que yacía inerte en una esquina de la misma habitación.

—Podemos hacer un trato —comentó el otro mientras una tercera figura, inocente, los miraba desde una altura que no superaba el metro de altura. El trajeado le observó y soltó:—. Se quedará conmigo y vivirá bajo mi techo, se criará como otro más de los míos. Calculo que, en unos años, la deuda puede que quede saldada.

—No, por favor, no… Es lo único que me queda, ¡él no tiene nada que ver en esto! —suplicó el hombre, que se sintió desgraciado al recordar por qué él y su hijo se encontraban en aquella situación.

—No era una pregunta —aseguró el italiano, mirando fijamente a la persona a la que acababa de destruirle la vida.

Al hombre que se encontraba de rodillas, se le cayó el alma a los pies. Él se las podría arreglar para sobrevivir con aquella gente tan peligrosa, pero ¿y su hijo? ¿Podría crecer viendo las desgracias que por su culpa le tocaría vivir? ¿Seguiría siendo aquel niño dulce y cariñoso que era?

«Es la única manera de que siga con vida», pensó.

La encantadora oferta que le ofrecía el Don, aparte de no poder negarse a ella —si lo hacía, aseguraba la muerte para ambos—, garantizaba la vida de su hijo. Aunque no fuera la mejor ni la que quería para él.

Pero su gran temor era en quién se convertiría al crecer. Bajo el gran apellido que lo iba a cobijar, temía que su pequeño se transformara en un ser sin sentimientos ni emociones, que pudiera realizar los actos más inhumanos e impensables.

No obstante, no tenía más opción que aceptar su destino. Había tomado una decisión que, aunque en ese momento no lo supiera, llevaba tiempo tomada.

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Pero, ¿qué está pasando? ¿Qué es este prólogo? 👀

Pues bien, para abrir boca... os traigo algo que no comprenderéis hasta dentro de muuuuchos capítulos jeje

¿Alguna teoría? ¡Soy toda oídos!

Nos vemos el próximo sábado 😚💕

Nos vemos el próximo sábado 😚💕

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El verano que fuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora