Ya habían pasado días y sin embargo seguía sin tener algo concreto que me diera ventaja, tenía las mismas pruebas que me brindó google pero no eran mas que suposiciones. No podía ir y amenazarlo con simples recortes de revistas basura.
Decidí actuar, dejar la teoría e ir por la práctica. Durante un par de días me mantuve observándolo y noté que tenía ciertos horarios aunque algunos días solía variarlos. Siempre se íba por la misma dirección así que era seguro que siempre se dirigía a un mismo destino.
Cogí mi mochila y en ella metí cosas que quizá podría necesitar, linterna, una casaca de respuesto, mi inhalador—si, era asmática—barras de chocol..
»Aguantaaa. No te estás yendo a la guerra mujer«
Okey si, tenía que relajarme.
Al final decidí ir sin nada más que no fuera mi inhalador.
Entré al auto de mi madre a esperar que saliera de su casa y si no estaba equivocada lo iba a ser en unos pocos minutos.
Y efectivamente lo hizo. Vi como salía de ella vestido con una polera negra, jeans del mismo color y botas de cuero con cuerdas. Tomó su camioneta, se adentró en ella y emprendió su viaje.
No tardé mucho en salir detrás de él con la mente segura de que esto era lo que necesitaba para dejar de pensar tanto en mis preguntas sin respuestas.
Todo iba en orden hasta que paró en una gasolinera. Vi como abría la ventanilla del coche y conversaba con uno de los encargados—hablaban de forma confidencial— el chico entendió lo que le decía, se dio media vuelta y se adentro en su oficina a realizar una llamada, no tardó mucho en volver a estar delante de él, como quien está a su disposición.
Lo raro fue ver qué le entregara un sobre color café del cual no podía sacar deducciones porque no tenía forma. El se retiró las gafas de sol que llevaba puestos y le dedicó una sonrisa, se acomodó en el asiento y encendió el auto para abrirse camino a la carretera que se mantenía algo vacía por el horario o la ruta que habíamos tomado.
Durante el viaje pude ver que no se desvíaba por ningún pasaje o avenida, se mantuvo en línea recta todo el trayecto. Lo que me hizo cuestionarme lo que estaba haciendo yo, persiguiendolo como una loca obsesiva, quizá estaba equivocada y el solo salía por pasar el tiempo pero, ¿Que era ese sobre?.
No tuve tiempo a darle vueltas al asunto porque ví que estacionaba la camioneta frente a un lugar que parecía ser un... ¿Restaurante chino?.
¿Viajó tanto para comer comida china?.
Necesitaba un calmante, definitivamente estaba perdiendo mi tiempo porque él era tan común y corriente como cualquiera con dos ojos de frente.
Apagué el auto y apoyé mi cabeza sobre el timón. ¿Porque era tan complicado dejar de lado esto y seguir como si jamás hubiera pasado?. Odiaba mis malditas ansias de saber todo y al no obtener respuestas me obsesionaba de una manera estresante.
Maldije para mí misma.
El bajó del auto mientras miraba a todos lados como si tratara de buscar algo y por un instante creí que se había percatado de mi presencia, sin embargo, rodeó el coche y se adentró en el restaurante mientras sonaba una campanilla para luego ser recibido por un hombre que parecía ser un mozo del lugar, trajeado y con un banderín raro en el bolsillo superior de su chaleco.
Esperé un par de minutos y salí del coche dándome una cachetada mental por ser tan tonta. Debí llevar otro abrigo, hacia demasiado frío por la noche y era de esperarse que aún más estando en este sitio algo desolado. Aunque bueno ya no podía echarme para atrás ,eso estaba más que claro, al salirme de casa sin que mi madre se enterara de que me las estaba dando de detective con la excusa de ver a Zoe solo podía esperar a que fueran las nueve para estar de vuelta. Me acomodé la bufanda y caminé hacia la puerta.
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ADICTIVA LEA
Mystery / ThrillerLa muerte no perdona y la memoria tampoco. Existen quienes creen que el amor no solo son rosas y pétalos si no que por el contrario es entrega y posesión. Aquel sentimiento también se puede ver reflejado en la intensa obsesión que se desarrolla por...