ADICTIVA LEA

CAPITULO 10

"Lo bonito puede traer dentro de sí cosas terribles"

Neytan Lombardi

Me encontraba frente a la oficina de mi padre. Hace unos días llegó al país a causa de lo sucedido con Augustus, no pareció enfadarlo si no por el contrario a espaldas de mi madre confesó que era el tipo de decisión que había querido que yo tomara. Por otro lado mi madre no dejaba de dar escenas de histeria sobre las consecuencias que tendría la nueva alianza. Aún así terminamos por asegurarle que su preciada vida y rutina seguirían en orden.

Malcom Lombardi es uno de los empresarios más importantes a nivel  internacional por lo que tener contactos e influencias no era problema para él, tenía ojos y oídos por todos lados. Teniendo en cuenta el gran manejo que tuvo sobre el legado de mi abuelo, un hombre cuyo esfuerzo logró posicionar su apellido ante todos, un hombre que tenía la marca de orgullo sobre él. Mi abuelo fué un gran hombre hasta en sus últimos días y estoy seguro que perdería el respeto y admiración hacia mi padre si supiera como obtuvo reconocímiento y poder desde su muerte.

—Tengo a casi todos tus socios en espera, muchos de ellos vienen de rangos importantes—dijo mi padre e hizo una pausa como para que tomara en cuenta la importancia que eso conllevaba.

Yo observaba cada uno de los detalles escritos en el papel de confidencialidad que serían enviados a cada uno de ellos, con el propósito de mantener un orden y equilibrio de poder sobre ellos. Puntos estratégicos sugeridos por mi padre.

Teniendo la certeza de mi atención el prosiguió con las nuevas indicaciones.

—Quiero que te reúnas con Augustus y le entregues estás nuevas cláusulas—dijo mientras me entregaba otra fila de documentos— dile que sin ellas no aceptarás las suyas.

Si algo tenía mi padre de sobra era la astucia y la determinación. A él nada lo satisfacía por completo, siempre ansiaba a más y cuando llegaba a un límite solía trazarce otro aún más inalcanzable.

—De acuerdo, la reunión será programada para mañana por la tarde en la casa de lago— aseguré sin darle tanta atención.

El se reacomodó en su asiento posando su mirada en mi. Sentí la necesidad de preguntarle porque no se había opuesto a esto. ¿Era lo que realmente quería para su hijo?.

Como si quisiera responder mi pregunta habló.

—Jamas pude decírtelo pero siempre quise que fueras tú quien siguiera mi legado, tal y como lo hice con tu abuelo — eso aclaraba mis dudas— esta alianza es mucho más significativa para mi de lo que crees. Serás capaz de lograr todo lo que te propongas y obtendrás el poder que mereces según lo que estes dispuesto a hacer.

Según lo que este dispuesto a hacer...

Sabía que esperaba una respuesta que lo satisfaciera y yo ahora que tenía su aprobación por primera vez tendría que hacerlo.

—Lo sé padre, en unos cuantos años verás como mantengo el honor de nuestro apellido.

Me sonrió como aquel padre que se siente orgulloso de su hijo por entrar a la universidad o por ganar algún torneo de fútbol solo que en mi caso lo hacía por haber entrado a un mundo de corrupción.

Sin más nada que decir y teniendo todo claro salí hacia mi habitación. Tenía tanto que pensar, poder saber que tu padre te apoya en algo debería sentirse bien, sin embargo lo único que podía sentir era como tenía esas ansias de comerse al mundo utilizándome. Sentir la aceptación por su parte no era nada reconfortante si consideraba que solo lo hacía por su beneficio.