CAPITULO 5

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Mi mañana fué exactamente como todas las demás, estando solo y a la espera de las noticias que pondrían fin a mi completa libertad.

Pero no era lo único en lo que me ponía a pensar. Se me había hecho imposible no recordar la imagen de Lea en mis brazos.

No sabía exactamente cuando volvería a verla pero estaba seguro que me buscaría por respuestas, porque si, así era ella. Debía admitir que lo que me sorprendió fue que no lo hiciera tan rápido, ya había pasado una semana desde su secuestro y aún no había venido a verme y dentro de todos mis cálculos ella ya debía estar pasando por sus ataques de curiosidad que la hacían meterse hasta el fondo en los asuntos.

Lo único que me aliviaba era saber que estaba en casa sana y salva y hasta donde sabía había asistido a un médico que le había dado la noticia de que estaba en perfectas condiciones dándole la indicación de que siguiera con su vida saludable para asi tener una perfecta recuperación en tanto energía y otras cosas.

Sonó mi móvil y en cuanto revisé los mensajes pude ver las instrucciones que mencionó Augustus aquella vez. Está tontería de cláusulas y reglas era completamente innecesario pero lo conocía lo suficiente como para saber lo formal que podía llegar a ser, queriendo tener todo en orden porque obviamente por causas pasadas ninguno de los dos confiaba en el otro. Ambos teníamos motivos por los que andábamos con cautela a la hora de aceptar y planear cosas entre ambos.

Volvió a sonar el móvil y está vez apareció el mensaje con la hora en el que sería nuestro primer encuentro formal. Que complicado podría volverse aveces con sus trajecitos de "Soy alguien importante", no eran mas que tonterías y egocentrismo. Suspiré confirmando mi asistencia y me tumbé en el sofá, no tenía ganas de ver a nadie en este momento porque tenía muchas cosas en la cabeza, asuntos que pensar y un sin fin de preocupaciones.

Como si me leyera la mente escuché el timbre y esta vez fué Percy quién se apareció en la puerta dando quejas de porque tenía que vivir tan lejos, como si fuera culpa mía tener un único amigo que vivía en el culo del mundo.

Lo dejé pasar no sin antes advertirle que si para al próxima no me avisaba que venía lo dejaría en la calle y vaya que tenías ganas de hacerlo, ya que siempre hacia lo que le venía en gana.

—No serías capaz de dejarme en la calle fría— dijo mientras ponía cara angelical, como si eso fuera a conmoverme.

—Por tener mi paz mental, cualquier cosa— repliqué riendo mientras me volvía a tumbar sobre el suave cojín, a la espera de seguir en lo mío.

Se llevó una mano al pecho ofendido haciendo el show que siempre montaba a la hora de tener estas "discusiones".

—Asi es como tratas a tu hermano del alma, siempre despreciando mis esfuerzos por verte— se lleva las manos a los bolsillos fingiendo tristeza como las caricaturas en las que los ojos se les ponía como venados y el semblante hasta daba ternura solo que en este ser lo único que daban eran ganas de ahogarlo en alguna fuente cercana.

Giré los ojos y me obligué a forzar una sonrisa.

—No tienes idea de lo feliz que me hace tu presencia —solté divertido chocando las manos sobre el espacio a mi costado invitándolo a sentarse.

Pasé toda la tarde con él, discutiendo sobre bandas de música, ¿Quién odiaba a Fall Out Boy o a 5 Seconds Of Summers?. Este chico no tenía sentido común ni buen gusto. Para variar odiaba las películas de Nicolás Cage para quienes no saben quién es, interpretó al vengador fantasma y otros papeles importantes que no hacen más que elevar mi gusto por el cine.

No parábamos de discutir mientras lo obligaba a seguir viendo una se sus películas porque tenía que aprender a tener buen gusto en el cine mucho más considerando que su película favorita era *El hotel Transilvania* , si será infantil. ¿Como es que me topaba con un amigo así?.

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