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En cuanto el reloj marca las seis de la tarde es que lo veo entrar a Blue Coffe con su característica confianza, casi como si estuviese completamente seguro de que el mundo le pertenece, de que tiene el poder para hacer lo que quiera, como si tuviese a todos a sus pies inclinados hacía él.

Camina con tranquilidad en mi dirección, sus ojos se clavan en los míos con esa intensidad que ya se me hace demasiado familiar, el tipo de persona que te intimida con solo una mirada...ese es completamente mi tipo ideal y al mismo tiempo los que me más me molestan.

Él busca intimidarme cada vez que nuestras miradas se encuentran, busca una y mil maneras de tratar de derrotarme en este juego que él mismo se encargo de empezar sin saber que yo nunca pierdo.

Lo note de inmediato, el día que acepte salir a beber algo con él su increíble ego se agrando aún más, su increíble seguridad de una victoria inminente se fortaleció más que nunca, como ahora por ejemplo, que sin pudor alguno apoya las palmas de su mano sobre el mostrador que nos separa cada vez que hace su pedido, sus ojos escanean todo mi rostro enfocándose mucho más tiempo del necesario en mis labios, esta completamente seguro de que me tiene en la palma de su mano, y no voy a mentir, me parece demasiado atractivo, me atrae mucho más de lo que me gustaría admitir, pero si por un puto segundo llego a creer que yo iba a ser su maldito juguete que podría usar cuando se le antojara para después desecharlo...entonces me temo que esta muy equivocado.

-Buenas tardes, bienvenido a Blue Coffe ¿Qué desea ordenar?

En cuanto mi usual saludo sale de mis labios observo la gran sonrisa socarrona en los suyos, se cree el gran vencedor y no es capaz de darse cuenta de que ya se encuentra completamente atrapado en mi telaraña y esta noche lo único que voy a hacer es darle el golpe de gracia.

Realmente tengo muchas ganas de terminar en su cama pero voy a aguantarme las ganas y hacer que ruegue por tenerme, de otra forma no sería divertido.

-Buenas tardes, Jimin-Ssi, voy a pedir lo de siempre con algo adicional.

Sus palabras logran que lo mire confundido, elevo un ceja causando que ria sutilmente y se incline un poco más en mi dirección.

-Voy a pedir que cumplas tu promesa.

Casi de inmediato una carcajada se escapa de mis labios mientras él me sonríe con toda esa confianza que se tiene en sí mismo, realmente creo que uno de los motivos por el cual quiero saber más de él es porque quiero descubrir que es lo que lo hace sentirse tan seguro y confiado.

-Ah eso...ni siquiera tenía que pedirlo, señor Jeon, no veo la hora de que sean las siete.

La sonrisa en sus labios se hace aún más grande mientras yo aguanto las ganas de burlarme un poco de él, después de todo tengo toda la noche para hacerlo, voy a dejar que su confianza le dure un poco más.

-Es bueno saberlo, tal y como me lo pidió vamos a ir a un lugar bastante informal.

Sus palabras me hacen reír con sarcasmo logrando que él me mire un poco confundido.

-Eso explica el motivo por él cual hoy no esta usando camisa y corbata, señor Jeon.

¿Acaso esta es su definición de informal? Un maldito traje que parece tener el precio de un alquiler en Seúl, unos zapato que brillan más que sus ojos y eso es mucho decir, lo único que cambio es que no tiene corbata y se tomo la libertad de ponerse una camiseta negra normal y no una camisa formal, realmente parecemos ser de mundos completamente diferentes y cada vez tengo más curiosidad por conocer el mundo en el que vive él, porque algo me dice que es donde se encuentran los que tienen eso que se llama poder.

Closer [Kookmin au] 📘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora