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—Bienvenido a tu nuevo casa.

Esas palabras salen de sus labios con una tranquilidad increíble mientras camina en mi dirección y abre apenas los brazos, casi como si quisiera demostrar que este lugar le pertenece por completo y él me esta dejando entrar sin pedir nada a cambio, observo a mi alrededor con curiosidad, esta casa es exactamente lo que esperaba de una persona tan egocéntrica como Jungkook, lo primero que llama mi atención es el gigantesco sofá negro que abarca toda la sala de estar, una enorme pantalla plana, una gran mesa de café, realmente me pregunto ¿Para qué quiere algo así? No es como si algún día vayan a venir tantas personas que ocupen todo este espacio.

Luego mis ojos se dirigen a la parte detrás de Jungkook, donde apenas soy capaz de ver una gran cocina y comedor, y finalmente a la derecha y en la esquina una escalera completamente negra que lleva al segundo piso.

—¿Mi habitación?

Le pregunto observando como frena sus paso a pocos metros de mi sin borrar esa sonrisa irritante de sus labios, casi puedo sentir la forma en la que esta disfrutando de esta situación.

—Escaleras arriba, digamos que vamos a compartir habitación, pero no te preocupes, me encargue de comprar una cama para vos, no quiero que como invitado te sientas incomodo.

—Aprecio el detalle pero ya tuvimos sexo, Jungkook ¿Qué es lo que puede llegar a hacerme sentir incomodo en este punto?

Una carcajada se escapa de sus labios, gira su cuerpo y me hace una señal de que lo siga mientras empieza a subir las escaleras con tranquilidad, yo me dedico a seguirlo en silencio hasta que escucho sus siguientes palabras.

—Extrañaba esto de tratar de parecer un caballero para que me acabes humillando, supongo que es una costumbre que nunca vas a perder ¿Verdad?

Una risa llena de sarcasmo se escapa de mi cuerpo, no es una costumbre es un reflejo.

—No es una costumbre cuando básicamente te- ¿Qué es eso?

Interrumpo mis propias palabras para formular esa pregunta al observar la gigantesca pecera de Oreo, fácilmente tiene el tamaño y la altura de una mesa para ocho personas.

—VON dijo que los dragones barbudos necesitaban mucho espacio, no quería que se estrese o le pase algo mientras no estabas por eso le conseguí la más grande que pude, y no te preocupes, la tierra que ves fue traída especialmente desde Australia por lo cual cumple con los requisitos necesarios para mantener su salud en perfectas condiciones.

Bien...realmente Jeon Jungkook es aún mas extraño de lo que creía o tal vez...

—¿Oreo es tu primera mascota?

Le pregunta tratando de confirmar mis sospechas.

—Es tu mascota no mia, si lo que intentas preguntar es si alguna vez cuide de otro animal que no sea Oreo la respuesta es no, Oreo es el primer animal que tengo bajo mi cuidado ¿Por qué?

Bueno...eso de hecho es hasta un poquito tierno viniendo de un CEO multimillonario hipermisterioso que tiene una maquina que guarda secretos que pueden cambiar el mundo como lo conocemos para siempre.

—Porque me preguntaba porque exageraste tanto a la hora de cuidar de ella, es la primera vez que tenes que cuidar de algo que no seas vos mismo, tal vez esa sea la razón por la que seguramente estabas tan nervioso, apuesto a que tenías miedo cada vez que la agarrabas porque no querías lastimarla ¿Verdad?

Su silencio sepulcral me hace saber que tengo razón en cada cosa que dije, y la verdad me cuesta creer que realmente estoy viendo un pequeñísimo rubor en sus mejillas.

Closer [Kookmin au] 📘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora