xxvii

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Mis ojos son incapaces de apartarse de esa cabellera rubia que se mueve por todo el café con completa tranquilidad, me gusta observar cada uno de sus elegantes movimientos, la forma en la que sus pequeñas manos toman las tazas de porcelana con delicadeza, o la forma en la que sus piernas se mueven con cada bendito paso que da logrando que sus muslos tan atrayentes se rocen entre sí una y otra vez logrando arrancarme más de un suspiro.

Park Jimin desde la primera vez que lo vi lo supe a la perfección, lo quiero para mi, quiero que esas pequeñas manos se aferren a mi con fuerza, quiero esos hermosos muslos temblando bajo mi tacto, quiero esos labios susurrando incoherencias en mi oído o demasiado ocupados besando los míos como para formular algún sonido.

Observo disimuladamente el reloj que adorna mi muñeca con elegancia, las agujas marcan las seis y veintidós minutos de la tarde indicando que faltan menos de veinte minutos para finalmente poder irme de este lugar con mi rubio de compañía, por primera vez vamos a ser solo nosotros dos, vamos a sentarnos a hablar con tranquilidad y se perfectamente que esta es la primera y ultima oportunidad que tengo para hacer que se interese en mi por completo, eso es todo lo que necesito de su parte, interés, porque el interés despierta a la curiosidad y en cuanto lo hace no hay marcha atrás.

Tengo todo tan perfectamente planeado que se de sobra que absolutamente nada va a salir mal, el plan es simple, vamos a ir a una de loas tantas franquicias de alguna empresa que dependa completamente de Jeon Enterprice, NOVa es el lugar que elegí, no es nada elegante, es muy espacioso, y entre todas esas personas en su propio mundo, ni siquiera por un segundo Park Jimin va sospechar de que más de la mitad son guardaespaldas que pedí específicamente para la ocasión.

En cuanto al tema de conversación tengo más que decidido que voy a dejar que él tenga el control, porque se a la perfección que tiene demasiadas preguntas que hacerme y yo se que no voy a responder ni una sola de la forma en la que él quiere que responda, porque eso significaría saciar su curiosidad y yo solo quiero que aumente, que sea tan grande que hasta sea él quien pida que nos veamos.

Es entonces, justo cuando estoy perdido en mis pensamientos que una mano apoyándose sobre mi hombro con delicadeza me obliga a girar mi rostro con una confusión que desaparece casi de inmediato en cuanto el rostro de Park Jimin aparece frente a mi a tan solo unos pobres centímetros de distancia que logran que mi garganta se seque al instante.

-Señor Jeon, la persona que cambia el turno conmigo llego temprano así que mi jefe me permitió salir ahora, voy a cambiarme y nos vamos ¿Le parece bien?

Sus palabras salen de sus labios en un susurro que logra que una sonrisa se forme en lo míos, nuestros ojos parecen jugar a que el primero en parpadear es el gran perdedor de esta pequeña batalla, su mano sigue en mi hombro, su cuerpo sigue inclinado a mi lado mientras su rostro esta tan cerca de mi que soy capaz de identificar cada pequeño detalle de él, incluso si me concentro se que sería capaz de contar cada una de sus pestañas sin dificultad alguna.

-Me parece perfecto, Jimin-Ssi.

Le respondo en el mismo tono en el que él me hablo hace tan solo segundos, una sonrisa de lado se dibuja en sus labios mientas asiente satisfecho en mi dirección para finalmente pararse recto, sacar la mano de mi hombro y empezar a caminar lejos de mi, y sus piernas hacen nuevamente ese hermoso movimiento que me hace suspirar, debo ser honesto, mi rubio tiene el mejor trasero que vi en mi vida, pero de pronto la sonrisa se borra de mis labios en cuanto siento la mirada penetrante de alguien sobre mi, de inmediato elevo mi rostro hacía la izquierda ya que de ahí siento que me están mirando, y encuentro al curioso casi enseguida, un anciano con anteojos y cara de pocos amigos me observa desde el balcón de la cafetería al cual solo puede entrar personal autorizado, se perfectamente de quien se trata de Song Min Seok o abuelo Song como a Park Jimin le gusta llamarlo, y tal vez sea porque realmente lo considera un abuelo, la verdad no me interesa demasiado, pero se que no me conviene tenerlo de enemigo, no cuando se que es una de las pocas personas que pertenece al círculo social de mi rubio.

Closer [Kookmin au] 📘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora