12 Un pacto para vivir

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Las ropas habían quedado desparramadas en la habitación, símbolo del momento que estaban viviendo.
Jimin estaba recostado mientras Yoongi lamía y besaba cada parte de su cuerpo, como queriendo grabar en su memoria cada parte de él.
No podían ni querían parar, se habían extrañado tanto, sus cuerpos se habían extrañado demasiado.
Yoongi comenzó a lamer el miembro erguido y deseoso de su adorado pequeño y Jimin era un mar de jadeos por el placer que recorría todo su ser
No podía negar que Yoongi sabía muy bien cómo hacerlo delirar, lo ponía tan lujurioso que ni el mismo se reconocía.
Pero no podía pensar en nada, solo podía sentir todo lo que su hyung favorito le daba.
Poco a poco fue entrando en él, devorandolo con su calor, prendiendo fuego cada centímetro de su piel y se sentía tan bien. El ritmo se volvió sublime y los cuerpos de ambos se enredaron de tal manera que no se sabía dónde comenzaba uno y dónde terminaba el otro.
Yoongi lo veía embelesado, Jimin era un mar de jadeos, de suspiros y de muecas donde su rostro solo reflejaba cuanto le gustaba sentirse lleno por su amado hyung.

-Te amo- gimió despacito en su oído mientras su orgasmo explotaba sin piedad.

Jimin sonrió y se dejó llevar por su propio éxtasis.

Al cabo de un tiempo ambos estaban acostados uno junto al otro. La cabeza de Jimin reposaba sobre el pecho de Yoongi mientras que con uno de sus dedos dibujaba círculos imaginarios sobre su piel. Yoongi por su parte recorría su espalda con sus manos, acariciando levemente cada espacio de esta.

-Jimin...- dijo de pronto queriendo que su pequeño escuchara lo que quería decir.

-mmm- respondió para que entendiera que lo oía.

-Amor, sé que siempre que hago un desastre con lo nuestro yo te pido perdón y una nueva oportunidad y también soy consciente de cuántas me has dado ya, pero no puedo dejar de hacerlo, no puedo seguir lejos de ti, no puedo vivir contigo bajo el mismo techo y no poder acercarme, besarte y darte mi amor. Sé también que no me merezco nada de ti, pero te amo, y quiero pedirte que pienses si podrás darme una nueva oportunidad. Este tiempo lejos me ha enseñado que me vuelvo aún más torpe lejos de ti, que no puedo hacer nada bien si no te tengo, que te extraño tanto que hasta siento que me falta el aire, por favor amor, solo piénsalo, no voy a presionarte, ni voy a apurarte en esta decisión, solo quiero que sepas que voy a estar esperando y que aceptaré lo que decidas- cada palabra salió desde el fondo de su corazón, había entendido a fuerza de dolor que Jimin se le escurría de las manos y que si no cambiaba realmente su actitud este no volvería por más amor que sintiera por él.

-Yoon, creo que...

No lo dejó continuar, se acercó a él con sus ojos apagados, sabía lo que Jimin diría, sabía que no habría más oportunidades, pero no quería oírlo, porque al hacerlo sería real y él no quería eso, no quería que Jimin lo dejara definitivamente por sus idioteces, lo besó despacio, con algo de desesperación grabando aquel momento.

-Yoongi, escucha, yo, quiero que entiendas algo, este tiempo separados me enseñó varias cosas de nuestra relación, y hay tres que son inevitables.
Por más que lo intenté no puedo dejar de amarte, eres el amor de mi vida y aunque busqué miles de formas para al fin terminar con esto que siento ha sido imposible, a veces creo que soy un tonto, que no puedo hacer las cosas bien, que debo amarme a mi más que a nada ni nadie pero luego te veo, haces algo lindo por mi, me dices palabras dulces y vuelvo a caer como el tonto enamorado que soy y todo se vuelve hermoso y tierno pero es tan efímero que cuando creo que todo será perfecto volvemos al mismo lugar donde no podemos evitar lastimarnos. Y ahí es donde entiendo la segunda cosa inevitable entre nosotros. Podemos tener un tiempo, un período donde parecemos la pareja perfecta y enamorada que siempre soñé y en menos tiempo del pensado volvemos a caer, nos envolvemos en una relación fría, tóxica, destructiva, donde no podemos evitar hacernos daño, donde yo sufro tu indiferencia y tu desamor y luego tu sufres por estar separados y es ahí donde entendemos que nos necesitamos que queremos estar más juntos que antes  y volvemos a ese círculo vicioso donde volvemos a encontrarnos a dejarnos llevar por las emociones y entonces resolvemos todo con sexo. Y eso me lleva a la tercer cosa inevitable y es cuando la necesidad se apodera de nosotros, y hacemos el amor de la única manera en que sabemos hacerlo, de forma desmedida y apasionada para que el otro entienda cuanto nos extrañamos, cuanto nos necesitamos y es en ese momento donde encajamos tan bien, donde somos uno y parece que ya nada puede detenernos que ya no volveremos a estar separados y me ilusiono y tu te pones contento porque ya no estás lejos y todo, todo vuelve a empezar Yoongi y... y no funciona, no funcionamos, quizás nuestro amor no es tan grande para sobrevivir a nosotros mismos, quizás empezamos siendo unos niños inexpertos y ahora no sabemos como terminar con todo esto, quizás nos apuramos en amarnos y no nos dimos tiempo para crecer. No sé que fue Yoongi, no sé  qué es, solo sé que cada vez nos hundimos más y más y llegará el momento en que no habrá salida para ninguno de los dos y no quiero eso, no lo quiero, por todo el amor que creemos sentir el uno por el otro, te juro que no quiero eso- al fin había logrado sacar de su pecho y de su corazón todos esos sentimientos que tenía guardados desde hace tanto tiempo y le pesaban como una cruz. Al fin había dicho su verdad, dolorosa pero verdadera.

Yoongi lo abrazó mientras apoyaba su mentón sobre la cabeza de Jimin, no podía dejar de llorar, cada una de las palabras de su pequeño se clavaban como dagas en su cuerpo y lo peor, lo peor es que tenía razón, que no podía decirle que estaba equivocado porque no lo estaba y eso dolía, dolía más de lo que hubiera querido alguna vez.
Acababa de entender que Jimin ya no era aquel tierno e inocente niño que corría detrás de él pidiendo atención de su parte, ya no era aquel joven al que Yoongi le enseñaba cosas de la vida por el solo echo de tener dos años más que él. Ya no era su pequeño Minnie al que le brillaban los ojos cuando él tenía un buen día y quería tenerlo cerca y se lo demostraba. Se había convertido en un hombre que había pasado por todo por su culpa, había crecido de golpe por el dolor que más de una vez él mismo le había provocado y se sintió tan mal, tan culpable. Aspiró todo el oxígeno que pudo y relleno sus pulmones y armandose de valor preguntó lo que temía preguntar.
-¿Me vas a dejar definitivamente?- sus pequeñas lagrimas corrieron sin permiso por sus mejillas, sus brazos lo apretaban aún más temiendo que de pronto desapareciera de su lado.

Jimin buscó su mirada, quería hablar con él mirándolo a la cara para que entendiera que había tomado una decisión y que no daría marcha atrás, que podía darle algo pero ya no le entregaría todo, porque lo había hecho de manera desmedida y no había servido de nada.
-Nosotros no funcionamos como pareja Yoongi, tu no puedes ser el novio que yo quiero ni yo puedo ser invisible cuando tu lo necesitas. Solo sé que aunque te amo con todo mi corazón, mi cuerpo y mi alma, ya no quiero seguir luchando contra un huracán, porque soy humano y soy débil y ya no tengo la fuerza ni el valor para hacerle frente a esta relación. Tengo veinticuatro años y hace más de siete que vengo intentando todo para que esto funcione y siento que he dado todo lo que puedo dar, pero no podría dejarte Yoongi, no puedo, aunque lo pienso y sé que lo mejor sería arrancarte definitivamente de mi corazón, no puedo, y también sé que aunque lo haya intentado y tenga las oportunidades no puedo estar con otro que no seas tu. Y aquí, aquí es donde siempre funcionamos, aquí donde hacemos el amor y dejamos de lado todo lo que nos impide ser pareja. Es cuando estamos juntos y desnudos donde nuestros problemas desaparecen por un rato y somos solo dos chicos plenos dejándose llevar por sus cuerpos y sus deseos. Solo puedo ofrecerte esto Yoongi, estar juntos en el único lugar donde no nos lastimamos, donde no debemos cambiar nada para satisfacer al otro, donde soy Park Jimin y tu Min Yoongi-

-¿No quieres que seamos novios y a cambio solo me ofreces sexo?- preguntó incrédulo.

-Puedes decirlo con las palabras que quieras pero si, básicamente es eso. Estar juntos cuando deseamos hacerlo, jamás pude decirte que no cuando me besas y me acaricias y sé que también quieres estar conmigo de esta manera, hacer el amor sin tener que dar explicaciones de nada, sin tener que ser otros mañana, sin compromisos que pesen en nuestras espaldas. Es todo lo que puedo darte ahora Yoongi y entenderé si es poco o si no te alcanza pero no tengo más, no puedo mas-

-No quiero perderte, no quiero que te alejes de mi- gimió despacito sintiendo como su voz se despedazaba.

-Es todo lo que tengo Yoon, es todo lo que puedo dar-

-Hagamos el amor Jimin- jadeo entre los labios ajenos sintiendo que su pecho explotaba de dolor al saber que ya Jimin no quería intentarlo porque ya había intentado demasiado.

Esa noche se aferraron uno al cuerpo del otro, entre lágrimas Yoongi le hizo el amor de la manera más triste y apasionada que jamás hubiera pensado dejando allí sobre esa cama su alma y su corazón en mil pedazos.

Lo estaba perdiendo pero él se aferraría a Jimin de alguna forma aunque solo pudiera darle una noche apasionada de vez en cuando.

Por cada latido de mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora