18 Una boda muy singular

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A pesar de lo que cualquiera se hubiese imaginado, no estaba nervioso, quizás todo lo que su mente le había hecho pensar durante los días previos hizo que su capacidad de nerviosismo desapareciera de inmediato.
Sabía muy bien que llegar hasta ese punto no era lo más recomendable pero seguía ahí, convencido de que eso era lo que debía hacer.
Casarse por deber, pensó y sonrió con amargura. ¿Desde cuándo se había convertido en un ser sin emociones?, ¿desde cuándo se había convertido en un saco de mierda sin corazón?
Ah si, tenía la respuesta, la sabía muy bien, había sido aquella mañana en la que decidido salió de aquel cuarto de hotel, llevándose consigo su maleta y sus recuerdos de una de las noches más apasionadas y más tristes que había vivido.
Cuando decidió que debía hacer las cosas bien y volver a la seguridad de una relación tranquila y monótona y no volver a caer en el abismo al que Min Yoongi lo llevaba cada vez que estaba cerca.

Aquel día había decidido que su felicidad estaría guardada en una cajita de cristal bajo llave y que el dueño de esa llave estaría a miles de kilómetros de él para siempre.



La voz grave de su amigo del alma resonó en la habitación.

-¿Estás listo?-

Jimin lo miró y frunció el ceño, sabía que esa pregunta encerraba cientos de otras preguntas, solo sonrió con esa sonrisa mentirosa que se había acostumbrado a regalarle a todo el mundo y asintió lentamente con su cabeza.
-Claro- espetó bajito, mirando a su amigo.

-Kookie tiene un auto preparado con una valija con algo de ropa y Namjoon tiene al piloto del avión con los motores en marcha por si decides escapar- informó intentando convencer a su amigo.

-¿Y a dónde iría?- preguntó con pena en su voz.

-Bueno, Nam sabe dónde está- comentó mirando ilusionado al otro.

-Sean me ama, se merece que haga mi mayor esfuerzo-

-En serio creo que vives dentro de una telenovela y crees que por ser el protagonista debes sufrir hasta el último capítulo- soltó Taehyung con sarcasmo.

-Tampoco es que estoy sufriendo, después de todo mi futuro esposo es una persona maravillosa- dijo acomodándose el saco de su traje.

-Y con más razón merece encontrar a alguien que lo ame de verdad y no se case con él solo por deber- sus palabras se clavaron como un puñal en la cabeza de Jimin.






-Vamos, vamos contesta maldición-
El tono de voz del otro lado lo hizo caer en cuentas de que estaba agitado. -¿Dónde demonios estás?-

-Corriendo por el aeropuerto-

-Apresurate carajos o no vas llegar a tiempo-

-Estoy corriendo Namjoon, ya vi el auto, estaré allí, por favor trata de atrasar todo lo que más puedas la boda-

-Lo haré, pero apurate-

Namjoon colgó el teléfono y miró a Jin quien lo veía preocupado.

-¿Crees que hicimos bien en meternos en esto?- preguntó mordiendo su propio labio.

-Estoy convencido de que esos dos idiotas deben estar juntos de una vez por todas- respondió y dejó un tierno beso en los labios ajenos.

Yoongi hablaba apurado con el chófer del automóvil pidiéndole que se apresurara, sabía que el hotel donde se llevaría a cabo la ceremonia estaba muy lejos pero no se rendiría, no volvería a perder Jimin otra vez, había llegado su momento y lucharía hasta lo último por su amor, si era necesario secuestraría a su pequeño y se lo llevaría lejos para estar juntos como siempre tendría que haber sido.

Por cada latido de mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora