Según Purple Guy

⚠️CAP 19⚠️

Violencia/ tortura

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Frank despertó en un cuarto a oscuras. Pronto notó como sus manos y piernas estaban atadas con fuerza, tanto que, con tan solo moverse un poco o forcejear, ya le ardian las muñecas y podía jurar que estaban sangrando.

Sentía un incómodo frío, no era como si estuviera destapado, más bien sin ropa... Espera ¿Sin ropa? Frank abrió los ojos de golpe ¡¿Que hacía sin ropa?!

Una suave luz alumbró el lugar. No habían ventanas, tan solo una puerta y la especie de ¿Cama? en la que estaba Frank atado.

-Hola Frankly~

Una alta figura se encontraba en la puerta. Avanzó unos pasos, se dejó ver y rio.

-¿Que tal va todo?- preguntó mirándolo. Era incómodo para Frank estar bajo la mirada del mayor, más aun estando desnudo.- veo que no quieres hablar. Que pena, si no quieres hablar, supongo que te tendré que hacer gritar.

-"No me irá a... No..."- Frank quería imaginarse que no le haría algo como tal, pero la situación indicaba otra cosa.

-Esto será divertido, al menos para mí... Estas muy callado ¿No crees?

No le contesto ni una palabra.

-Supongo que tendré que hacerte hablar por mi cuenta- dijo Afton mientras tomaba algo.

-"¿Que es eso?¿Que me va ha hacer? Necesito tiempo..." ¿Es necesario que esté completamente desnudo?- preguntó frunciendo el ceño. Tenía que mantener la calma.

El hombre lo miró de arriba a abajo y sonrió.

-Dolera más. Eso me gusta.

William se acercaba a él, disfrutando de ver cómo forcejeaba para soltarse.
De su bolsillo sacó una navaja y comenzó ha hacer cortes a lo largo del cuerpo de Frank. Este hacia muecas de dolor.

-Ya quiero ver tus órganos Frankly

-E-Estas enfermo- dijo Frank liberando esas palabras que tanto deseaba decir- estás muy mal de la cabeza. Escucha, tengo un amigo que es psiquiat- antes de que pudiera hablar sintió como una botella le golpeaba la cabeza y los vidrios se clavaban en su piel.

William rió y de una cajilla saco pequeñas agujas. Todo para Frank daba vueltas, su mirada se volvió a centrar en Afton. Este comenzó a clavarle las agujas, primero las más delgadas, luego vendría lo fuerte.

-¡N-No!- dijo entre lágrimas Frank. William sonreía con sadismo.

Miró hacia los objetos que habían en una mesa, pronto tocarían los clavos.

Aguja tras aguja fue clavando por el cuerpo de Frank, por su costado, por sus brazos, piernas... Tomó los dos clavos que habían en la mesa.

Frank lloraba y sangraba, su cabeza dolía y de ella salía un hilillo de ese líquido rojo que el mayor tanto deseaba ver.
Con leves movimientos algo bruscos, trataba de soltarse, pero no podía.

William se encontraba frente a él, sonriendo como un maniático, con los clavos en las manos se acercó a Frank y se puso medio encima de él, haciendo presión con su cuerpo.

-Mi pequeño Frankly, no sabes cuánto te quiero.- dijo acariciandole la mejilla, al apartar la mano, le hizo un pequeño corte con uno de los clavos.

Aprovechando que los brazos de Frank estaban ya atados, sin martillo ni nada, comenzó a clavar uno en la mano derecha de Frank, haciéndolo gritar y llorar, rompiendo y atravesando sus nervios y vasos sanguíneos, sus arterias y huesos.

Frank gritaba, poco a poco deseaba que todo terminara. El otro clavo fue clavado con fuerza en su otra mano, haciéndolo gritar mucho más.

William lo observaba extasiado, saco un mechero y lo encendió.

Lentamente, disfrutando del dolor del contrario, lo pasaba por encima de su piel, dejándole quemaduras. En los lugares en los que más lo mantenía, luego quedaban quemaduras de grados muy altos. Seguía un orden, de arriba a abajo.

Frank sollozaba y gritaba. Pero nadie podía escucharlo... ¿No?

-Ayuda...- dijo en un suave murmuro, ya no podía más, su garganta ardía- M-Matame...- su voz rogaba.

Afton ante esto, rio malvado

- Espera, no te vayas todavía... Prefiero cuando están vivos. Muertos ya no es divertido.

-¿Que?- preguntó Frank en un hilo de voz.

-Los gritos son lo divertido - dijo seguido de una risa. Tomo una mano de Frank- mmm, que suave eres- comenzó a arrancar uña por uña- no sabes cuánto tiempo hacia que quería hacer esto.

Todas las uñas del más joven se encontraban en el suelo, llenas de sangre y rotas. No sólo las de las manos habían sido arrancadas, si no que también las de los pies.

-"¿Cuando terminara todo?"- pensó Frank. Una mirada de terror se reflejó en sus ojos.

William estaba sonriendo mucho más que antes, haciendo que su sonrisa se viera mucho más perturbadora. Sus pupilas estaban tan dilatadas que apenas se podían diferenciar del iris.

-Hace tantos año que quiero... Destrozarte - el hombre se acercaba lentamente hacia él.

-¿C-Como?- ahora estaba temblando.

-Ver cada uno de tu órganos- rió- ¡todo!

-"Eres asqueroso..." William...- Frank trataba de regular su respiración. Por muy dolido que estuviera, por mucho miedo que tuviera, tenía que intentar algo, cualquier cosa que le sacara de ahí

-¿Que?- el mayor lo miró a los ojos. No aguantaba más, le quería reventar la cabeza con el martillo que tenía cerca de él.

-Oye...- tenía que negociar con el, hablar o al menos... Ganar algo de tiempo...- ¿Por qué?¿Por qué haces esto William?¿No estás cansado de ser el malo?
¿Por qué te gusta dañar a gente?
¿Te gusta ser un monstruo?

William rio para luego hacer una mueca de desagrado.

-Siempre lo he sido- cogió el martillo.

-¡N-NO NO!¡P-PARA!- rogaba Frank. Olvidando que tenía los clavos en las manos, las trató de levantar para poder protegerse, pero lo único que logro es que se clavaran mucho más.

-Idiota insolente- le dió con fuerza en la cabeza.

Vió borroso, sus ojos se cerraron, había perdido y seguía perdiendo mucha sangre.
Pronto todo para Frank se apagó.