Un incendio en el mar (Zuko; Avatar TLA)

Libro III - Parte 3

- Me gusta cómo hueles - comentó Kai, sentada al lado de Zuko, apoyando su cabeza en el hombro de él y mirándolo desde ahí.

- ¿Ah sí? ¿Puedes identificar el olor? - el príncipe había tomado un baño real antes de irse, así que quiso jugar con la idea mientras durara. Kai se acercó a su cuello para percibirlo mejor, respiró sobre la oreja del chico y él la agarró por la ropa, aguantando las ganas de tirarla hacia él.

- Jengibre... Madera y ¿Honor? - La primera vez que había estado tan cerca se hizo la misma broma a sí misma, ahora podía compartirla.

- ¿Honor? - Zuko comenzó a reír y ella lo acompañó.

- Oye - lo llamó, poniéndose seria- en tu carta dijiste que necesitabas hablar conmigo.

- Sí, tienes razón ¿Sanaste los pies de esa chica?

- Lo hice y mañana estará mejor - respondió Kai, comenzando a ponerse de pie - Ya es muy tarde, debo

Pero el príncipe la retuvo, tomándola de la mano. Ahora que había bajado la temperatura entre ellos, el agarre le ruborizó el rostro.

- Espera - la jaló con suavidad, pidiendo que volviera a sentarse. Ella le hizo caso - Supe algo nuevo de mi madre y he estado pensando mucho en eso... Creo que está viva, mi padre dijo que hizo algo horrible para salvar mi vida y asegurar que él se convirtiera en Señor del Fuego. Su castigo fue el destierro.

- ¿Eso fue lo que pasó esa noche? ¿Mató al antiguo señor del fuego y la desterraron? - Kai recordaba lo que Zuko le había contado antes.

- Al parecer sí.

- Es una noticia maravillosa, podemos buscarla apenas termine todo esto - Dijo ella, poniendo su mano junto a la de él, pero el príncipe la retiró.

- Queda mucho que hacer antes de eso - Dijo sin mirarla, escapando de la idea.

- Zuko... ¿Hay algo más que te preocupe? - Kai decidió dejar de invadir su espacio personal, de todas formas se iría pronto. Él miró hacia abajo por unos segundos antes de responder.

- Sí, supe que mi tío escapó cuando fui a liberarlo ¿Dónde habrá ido?... ¿Qué hago si no quiere verme? - ahí estaba la culpa otra vez.

- Yo le llevé algunas cosas cuando escapó y te aseguro que está bien y que querrá verte. Incluso encerrado solo quería que recapacitaras.

- ¿Qué? ¿Cómo?... ¿Cómo lo sabes?

- Me gustaría poder explicártelo - sonrió Kai - pero es como el Pai Sho, algunos juegan y otros quedamos mejor como piezas de un tablero más grande.

Zuko se le quedó viendo y se agarró la cabeza con ambas manos.

- Extraño a mi tío, pero eso no significa que quiera oírlo en ti - un escalofrío le recorrió la columna al príncipe - eso es muy extraño.

Kai comenzó a reír.

- Para estar casi siempre tan amargado te sorprendería lo difícil que es enojarse contigo por mucho tiempo - Dijo ella, desviando la mirada.

- Los amigos del avatar están muy enojados conmigo.

La muchacha pensaba que eso sería evidente.

- Bueno, trataste de matarlos, secuestrarlos y encerrarlos hasta hace ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste?

- Técnicamente aún hay un asesino siguiéndolos porque lo contraté.

- ¿Ves? Aún sin querer sigues tratando de matarlos. También le dijiste "campesina" a Katara muchas veces y ahora le quemaste los pies a Toph - Kai recapituló, porque el príncipe comenzó a enfadarse - pero el punto al que voy es que ellos no te conocen, solo conocen las malas decisiones que has tomado. Y Zuko, insisto en que eres mucho más que eso, estoy segura de que si te abres un poco y les muestras esa luz te irá mucho mejor. Bien, me iré antes de que se preocupen por mí.