La Promesa: Parte 5

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El viaje duró toda la noche y Appa sabía a dónde se dirigían, así que no era necesario guiarlo.

- Amorcito ¿No quieres dormir un rato? - le propuso Aang a su novia al verla bostezar.

- Alerta de oogie - Se dijo Kai a sí misma para quitarse algo de tensión de encima, recordando a Sokka cuando veía a su hermana y al avatar muy cariñosos.

- No estaría mal ¿Tú qué harás? - preguntó Katara.

- Pensaba que poner al día a Kai podría ayudarme a aclarar mis ideas.

A la morena le hizo sentido y se acomodó para dormir, mientras Kai se acercaba a Aang para oír lo que estaba sucediendo.

...

- Sea como sea, las promesas no deben romperse - Aang terminó la narrativa con su perspectiva del asunto - Zuko está mal en lo que hace.

- Entiendo que esa es la decisión que tomaron en la reunión con el Rey Tierra, pero ¿Qué es lo que está pasando en Yu Dao? - preguntó Kai.

- Es muy confuso aún, hay personas que no quieren irse, que ni siquiera han estado nunca en la Nación del fuego...

- ¿Y qué quiere el Rey Tierra que hagan para quedarse?

- No quiere que se queden ahí ¡Y dijimos que íbamos a sacarlos!

- Aang, aunque los que tienen poder tomen las decisiones y muevan a la gente por un bien mayor, es muy probable que la gente se niegue, aún si en serio es mejor para todos, es esperable encontrar oposición ¿Qué es lo que hace Zuko metido ahí?

- Dijo que defendería a la gente de la Nación del fuego, pero es una amenaza política que esté personalmente metido en Yu Dao ¡Es del reino de la tierra! - el avatar estaba abrumado con toda la situación y era evidente que no veía una salida.

- Mira... Por lo que me contaste antes, creo que Zuko está perdido y no sabe cómo proceder, sabía que pasaría, la política es confusa y él sigue siendo un adolescente, ni siquiera ha enviado cartas a su tío y no creo que sea porque no tenga dudas... Además, conozco al Rey Tierra, es un hombre debilucho y pequeño, que no está a la altura de su título...

- Kai, necesito ser neutral en esto y es evidente que tienes una postura.

- Todos tenemos posturas, Aang, hacemos juicios por naturaleza ¿Qué piensas tú? No como avatar pacificador, maestro de los cuatro elementos, ser de sabiduría ancestral...

-... No quiero tener que matar a Zuko.

- No lo harás - aseguró tomándolo por los hombros - Ve a descansar, en la mañana seguramente todo estará un poco mejor - le sugirió.

El avatar esbozó una sonrisa melancólica y asintió una sola vez.

Kai se mantuvo despierta, mirando el cielo nocturno. La verdad es que no podía ver demasiado, pero surcar el cielo sobre esa criatura, que nunca dejaba de parecerle majestuosa era una de las cosas que más le gustaba de la vida. Casi le provocaba olvidar que Zuko estaba con alguien más. Pero no podía dejar de pensar en que quizá no volvería a tocarlo, quizás Aang estaba obligado a cumplir su promesa y ella perdería a su chico para siempre. La angustia subió hasta su garganta y mientras trataba de deshacer el nudo, unos gruñidos tras ella la hicieron voltear.

Se acercó de inmediato a la parejita que dormía sin tocarse.

- ¿Aang? ¿Estás bien? - consultó, preocupada, al ver los tatuajes brillar mientras parecía seguir inconsciente.

Se acercó más y buscó el agua en su bolso, para calmar sus pesadillas, pero el avatar se sentó de golpe, en un grito, con los ojos abiertos.

- Fue un mal sueño, todo está bien - le aseguró la maestro agua, acariciándole la espalda al oírlo jadear en la oscuridad.

Un incendio en el mar (Zuko; Avatar TLA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora