La zona en la que se estaban quedando era seca y estéril, además la primavera comenzaba a hacer los días más largos y soleados, nada de eso era bueno para una maestro agua.
Mientras Kai buscaba agua y provisiones en la zona boscosa cercana, pensaba en una estrategia ofensiva por si se encontraba con Azula ¿Cuánta agua podía cargar encima en caso de cualquier cosa?
Miró hacia arriba y respiró profundo, ¿se acercaría una tormenta? Más temprano, Zuko había ofrecido salir por comida, pero de seguro Iroh despertaría pronto y debían hablar a solas. Ya se había alejado lo suficiente y aunque no había reunido muchos alimentos, estaría bien para los tres.
El camino de regreso era largo y Kai lo tomaba como una oportunidad de pensar en sus motivaciones, en la pregunta que Iroh le había hecho antes ¿Por qué se había quedado con ellos? Sin presión por responder a un interlocutor, la chica comenzó a rondar el asunto. Quería que Zuko fuera feliz, quería estar ahí para verlo feliz ¿Por qué? Porque después de haberlo visto tan enojado y triste, sentía que merecía la paz mental, el honor que tanto buscaba. La vida no era justa y no era saludable hablar de "merecer" o darle un papel a la suerte, la vida era impredecible, cruel y desafortunada, pero habían momentos que hacían que todo valiera la pena. Como ese abrazo.
Kai se sacudió y notó que estaba sonriendo, la vida no era tan mala para ella, volvía a tener los aretes que le gustaban, a Zuko y a Iroh a su lado. El truco estaba en cuidar lo que sí tenía, sobretodo si se trataba de otras personas.
Caminaba en calma hasta que vio un relámpago que salía de su destino.
Azula.
Aceleró el paso lo más que pudo y al llegar vio a Zuko entrenando en silencio.
Mientras recuperaba el aliento, dejó las cosas en el piso de la cabaña destrozada y salió, encontrándose con Iroh, que descansaba bajo la sombra.
- ¿Cómo se siente?
- Bastante bien, para no haber desviado el ataque, gracias Kai.
Ella sonrió.
- ¿Qué hace? - preguntó la chica, susurrando y apuntando a Zuko.
- Intenta usar el relámpago - explicó.
El príncipe ejecutaba la técnica y le explotaba en la cara, "como todo lo que hacía en la vida", según él mismo, así que Iroh caminó hacia él para explicarle qué estaba haciendo mal.
- Te enseñaré una técnica de fuego que ni siquiera Azula conoce, porque yo mismo la inventé - propuso el anciano.
Kai también quiso oír esa lección.
- El fuego es el elemento del poder. La gente de nuestra nación tiene voluntad y decisión y la energía los lleva a obtener lo que quieren.
La tierra es el elemento de la solidez. La gente del reino de la tierra es diversa y fuerte, son perseverantes y resistentes.
El aire es el elemento de la libertad. Los nómades aire se desligan de las preocupaciones mundanas para encontrar paz y libertad. Y aparentemente tienen un excelente sentido del humor. - rio. Zuko permanecía serio y Kai sonrió para acompañarlo. Continuó.
- El agua es el elemento del cambio. La gente de la tribu del agua es capaz de adaptarse a muchas cosas. Tienen un gran sentido de comunidad y amor que los mantiene juntos pase lo que pase.
Kai pensó que eso ayudaba a explicar por qué su madre se había quedado esperando por tantos años al amor de su vida. Amor. Dejó de mirar a Iroh para ver a Zuko, que también la estaba mirando.
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Un incendio en el mar (Zuko; Avatar TLA)
FanfictionKai es la hija de un fugaz, pero intenso romance entre un ex general de la nación del fuego y la menos talentosa de las últimas maestras agua de la tribu del sur. Luego de 12 años de límites e injusticias en una ciudad hostil, un desafortunado Agni...