Tras la humillante pérdida del avatar por parte del almirante Zhao, no había nadie de la nación del fuego que conociera la ubicación del avatar, así que utilizando el tiempo que tenían disponible; el príncipe Zuko le propuso a Kai un nuevo tipo de entrenamiento.
- ¿Como si quisieras atraparme, dices? - la chica estaba confundida ante la petición del príncipe.
- Sí, yo te perseguiré y trataré de reducirte. Te pido que uses todo lo que tengas disponible para detenerme.
Kai accedió, ella no era tan rápida como el avatar, pero el entrenamiento sonaba como un juego y no desaprovecharía la oportunidad de jugar con Zuko.
Veinte minutos después de empezar, el príncipe estaba exhausto y empapado, sentado en el piso. Escapar es más fácil que atrapar, sobretodo para ella en medio del océano. Además, el fuego no ofrece ninguna forma de retener sin dañar.
- Quizá debamos cambiar roles mañana, yo te perseguiré a ti y verás por ti mismo los puntos débiles de la huida - propuso la chica, ofreciéndole su mano para ayudarlo a levantarse.
Zuko esbozó una sonrisa y acepto la invitación.
Al día siguiente, Iroh disfrutó observar el nuevo entrenamiento de su sobrino, era ágil y rápido, pero verlo correr evitando reír mientras Kai hacía una mala imitación del príncipe era entretenido, toda una novedad. Esa era la única ventaja de llevar pocos hombres como tripulación; podían reunirse con facilidad en un lugar del barco y tener el resto del espacio a su disposición.
- ¡Príncipe Zuko! - Cuando Kai escapaba, utilizó hielo para retrasar al príncipe, pero en un mal juego de piernas; este se desplomó y aterrizó con la cara. La chica retrocedió preocupada y se agachó a su lado para asegurarse de que el golpe no hubiese sido demasiado fuerte.
Pero con una llave y en menos de un segundo, el príncipe se encontraba sobre ella, reteniéndola.
- ¿Puedes escapar ahora? - preguntó él, sintiéndose victorioso.
Escapar... Con el corazón en la garganta, la última cosa en la que Kai pensaba era en escapar. Sin la armadura de por medio, sentía todo el peso del príncipe sobre ella.
Cálido.
Maldita sea ¿En qué estaba pensando?
- ¿Estás bien? ¿Kai? - al verla paralizada y en absoluto silencio, por un momento Zuko pensó que podía haberla herido sin querer.
La chica utilizó el hielo bajo su cuerpo para quitarse al príncipe de encima, aprovechando la pierna que le quedaba libre para golpearlo con una masa de agua.
- Dijiste que el avatar ya comenzaba a manejar el agua, si es talentoso y aprende rápido, no bastará con sujetar sus brazos. - Kai se puso de pie y disimuladamente se mojó la cara para eliminar el carmín que le había teñido las mejillas.
- Tienes razón - declaró Zuko, acercándose una vez más a la chica.
Kai lo miró de frente y él extendió la mano hacia el rostro de la muchacha, con delicadeza utilizó su pulgar para limpiarle la barbilla, ya que el agua le había corrido el labial.
Ella abrió la boca y dio un paso atrás.
- Secaré tu ropa, estoy cansada, sigamos entrenando al anochecer - dijo en un tono inusual e imperativo al tratar de ocultar el pánico del contacto físico.
Pero lo que le pareció más inesperado fue que el príncipe se limitara a quitarse la camiseta, ofrecérsela y esperarla ahí.
- Puedo secarla... Mientras la tienes puesta - le pidió Kai, haciendo su mayor esfuerzo por no salir huyendo, ahora de verdad.

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Un incendio en el mar (Zuko; Avatar TLA)
Hayran KurguKai es la hija de un fugaz, pero intenso romance entre un ex general de la nación del fuego y la menos talentosa de las últimas maestras agua de la tribu del sur. Luego de 12 años de límites e injusticias en una ciudad hostil, un desafortunado Agni...