No puedo confesarme.

Persecución.

El día elegido era la salida a Hogsmeade y como lo había previsto su plan original no era el mejor ya que había un invitado inesperado en la torre de mensajería, nadie más y nadie menos que el mismísimo Park Chanyeol.

¿Qué haría si el chico tenía el cinismo de entregarle el paquete directamente?, definitivamente era algo que no debía suceder, decidió entrar en escena, si había otra persona en el mismo lugar no juntaría el valor necesario, ¿no?, aunque también sintió su estómago encogerse por la mirada amenazante que el chico más alto le dedicó.

El lugar estaba sumergido en el silencio más incómodo en el que jamás había estado, y ni tarde ni perezoso Chanyeol escapó de ahí apenas terminó, por otro lado el chico se había quedado acomodando la corea del paquete una y otra vez, era evidente que no quería que escucharán a dónde mandaría a el ave.

Ahora que estaban solos podría desmayarlo; sin embargo, ¿Por qué no alargar su ilusión un poco más?, traía consigo su escoba después de todo; así que decidió salir, alzó el vuelo hasta quedar encima del edificio y esperó a que el ave hubiera salido para empezar a seguirla.

La cacería se alargó más de lo que había considerado, la lechuza era rápida y al percatarse de su presencia su comportamiento se volvió hostil.

Después de varios intentos fallidos, muchos rasguños y picotazos, logró capturarla y arrebatarle el paquete; lo que consiguió como recompensa fue que la lechuza se enfureciera y lo comenzará a perseguir hasta que la logró despistar dentro de los grandes pasillos.

Llegados a este punto estaba cansado y furioso, en un principio había pensado en quemar el paquete pero ya que le había causado tantas molestias, ¿Por qué no darle un mejor uso?

Las posibilidades eran tan grandes como Hogwarts y el que busca, encuentra, aunque ahora su prioridad era limpiar sus heridas y tomar una siesta.

🍁- Gracias por leer.