Cuentale tus planes a las nubes.

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Chanyeol podía notar fácilmente que la ansiedad que emanaba de Baekhyun y quería hacer algo por él.

Un día después de la última clase mando un mensaje por medio de magia para que se encontrará con el el uno de los pasillos, una vez que se encontraron lo quito hasta las escaleras que guiaban a una de las azoteas del gran castillo.

—Ten cuidado, es mejor que camines cerca del piso.

—Diablos, si me resbaló me voy a hacer papilla contra el piso, ¿por qué me trajiste aquí si es tan peligroso?

—Para ver la nubes como antes, ¿Lo recuerdas?

—Fuimos imprudentes en ese momento, pero ahora se supone que deberíamos tener un poco más de conciencia de lo que decidimos hacer.

—No seas amargado Baekhyun.

—Yo no soy amargado, tu valentía te hace hacer cosas estúpidas, solamente pienso en lo que puede suceder si algo sale mal.

—Callate y acuéstate aquí, hablemos sobre el futuro.

—¿No te vasta con las clases de adivinación?

—No, en realidad creo que ese es tan solo el camino más probable, pero el futuro es incierto y lleno de posibilidades, cualquier decisión que tomes cambia  lo que es más probable.

—El maestro se tiraría ahora mismo de esta azotea si te escuchará decir eso.

—Probablemente, pero no me gusta que las estrellas me digan cual es mi futuro, me gusta más cuando yo les cuento mis planes.

Baekhyun no pudo evitar soltar una carcajada, extraño por muchos años a ese Chanyeol.

—Eres un temerario.

—Tu eres demaciado cuidadoso, supongo que después de todo calzamos bien en nuestras supuestas casas.

—Supongo.

—Nunca me a gustado la imagen que tienen las casa, siempre me ha parecido demasiado superficial.

—Son estereotipos que se han formado con los años.

—Exacto, pero las personas se lo toman muy literalmente, cuando llegue todos me dijeron que los Slytherin eran las peores personas que podían existir y que de ninguna manera podríamos formar una amistad con ellos, sin embargo tú ya eras mi amigo.

—Y justo después te mandé a la mierda.

—Yo nunca deje de estumarte, porque te conocía mucho mejor que todos los demás, más haya de los prejuicios que te rodeaban; siempre creí que tenías una justificación para ser así y no me equivoqué.

—Lo siento.

—Te perdono, pero te imaginas que te rechazaran de un trabajo solo porque pertenecíste a una casa de mala fama o por la procedencia de tu familia.

—No es tan complicado, recuerda la clase en dónde se hablaba sobre la discriminación que se ejercía en el pasado hacia los magos mestizos o provenientes de una familia común.

—Ahora está sucediendo una situación inversa, ahora los magos de familias que fueron o son conservadoras se les complica llevar una vida normal, ¿lo leíste en el periódico?

—Si.

—¿Qué harás cuando salgas de Hogwarts?

—No lo sé, primero debo...

—Cuando se solucione eso, ¿De qué quieres trabajar? – interrumpió Chanyeol, tratando de evitar traer el tema a la conversación.

—Puse en la hoja de oficios que quería ser jugador profesional.

—Nada mal, considerando que cazaste a una lechuza.

Baekhyun se giró hacia Chanyeol con una mirada culpable, había sido atrapado.

—Siempre he sabido cuando estás planeando algo y también sabía que yo era el destinatario de ese paquete.

—¿Cómo...?

—Ese tipo de chismes son muy sonados, a nadie le pasaría desapercibido que están intentando enamorar a una persona con una poción de amor, aunque debí suponer que harías algo como llevar una plaga de ratas enamoradas.

—Fue bueno.

Chanyeol sonrisa pero movió la cabeza con desaprobación.

—Si, creo que sería un buen jugador.

—¿Qué hay de ti?

—Yo quiero tener una orquesta mágica, me haré famoso e incluso tocare en la copa mundial.

—Es muy poco ambicioso –dijo sarcásticamente–, lo más probable es que termines tocando de fondo lo que canta el sombrero seleccionador.

—Hey, eso suena genial, Chanyeol y el sombrero seleccionador.

—Estas demente.

—Soñar no cuesta nada.

Siguiendo las palabras que había dicho Chanyeol, esa tarde se dejo divagar y juntos hicieron planes como cuando eran niños; planearon viajes, planearon tardes repletas de planes y soñaron juntos un futuro.

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No puedo confesarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora