Memorias.

65 7 2
                                        

Baekhyun era un chico normal y corriente, iba a la escuela y cuando regresaba a casa tenía un gran amigo que lo esperaba para jugar, su madre era una persona amable a la que le podía decir cualquier cosa y con la que pasaba el tiempo cuando Chanyeol salía a tomar sus clases extras.

Cuando era pequeño siempre se esfuerzo en la escuela para tener un buen trabajo y así conseguir una gran casa para que vivieran; esa casa estaría justo al lado de la de Chanyeol, de esa manera ellos podrían seguir jugando por la tarde.

Una tarde en particular cuando llegaba a la casa, su madre parecía rara y Baekhyun pensó que debía estar cansada. Cuando llegó la hora de ir por las compras su madre lo invito a ir con ella y sin sospechar nada la acompaño.

Le pareció extraño que tomarán un camino distinto, pero no dijo nada; ni siquiera se quejo cuando entraban a un gran edificio de departamentos y caminaban por los pasillos con abundantes puertas, para después parece en un de la cual emanaba un aura que le ponía la piel de gallina.

Él no dijo nada, confíaba en su madre más que en ninguna otra persona y la había seguido ciegamente hasta la trampa de un enemigo mortal, que a sabiendas de está información había decidido utilizarla para su propio beneficio.

Dentro esperaba el mismísimo diablo, quien era una señora de avanzada edad sin ningún tipo de remordimiento por hacer cosas totalmente inmorales.

Se presentó a si misma como su abuela, la persona que lo había buscado todo este tiempo para llevarlo con ella, Baekhyun había caído en su trampa cuando le enseño magia y le prometió que el también podía hacerla, que él era alguien especial y por eso debía ir con ella.

—¿Mi madre también vendrá? –había preguntado en su momento.

—Claro, ella vendrá con nosotros y tendrá su propia casa en la cual esperara por ti cuando regreses de la escuela.

—¿En serio?, no puedo esperar para contarle a Chanyeol, no me va a creer.

—Lo siento, Baekhyun, pero eso tendrá que esperar –se paro del sofá en el que había estado hasta ahora y le extendió su mano–, tu madre se encargará de darle la noticia, empacara y nos alcanzará después. Ahora ven y vamos a casa, tienes mucho que aprender.

🍁- Gracias por leer, por favor apoyen, comenten y compartan.

No puedo confesarme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora