༺༻ᴘʀᴏ́ʟᴏɢo༺༻

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Había pasado varias horas, ya eran las 7:00 de la mañana y un nuevo día se levantaba en el horizonte junto a todas las personas que ya estaban listas para comenzar un nuevo día de trabajo para cumplir con sus labores.

Excepto para una joven de cabellera oscura y ojos azules que había sido trasladada al hospital Saint-Louis en la madrugada de ese día al comenzar a sentir un dolor a su bajo vientre, indicando que su futura hija estaba lista para llegar a este mundo.

Fueron dolorosas horas de labor se parto en el quirófano, siendo acompañado por su mejor amiga y su prima en esta nueva etapa en su vida. Pero todo había valido la pena cuando escuchó el potente llanto de su pequeña y fue entregada por primera vez en sus brazos. Jamás olvidaría ese momento.

Ahora, algunos momentos después de que su hija haya sido evaluada y revisada para estar seguros que no había ningún problema con ella, se encontraba en la habitación que le habían asignado desde hace rato y junto a la camilla la cuna que le habían proporcionado para tener a su bebé junto con ella.

—Enserio es la bebé más hermosa que haya visto en mi vida—chilló emocionada una chica de cabello castaño y puntas rojizas y ojos del mismo color que ahora tenía a la bebé en sus brazos.

Su nombre era Alya Césaire, la mejor amiga de la joven madre. La acompañó durante todo este tiempo, apoyándola y ayudándola en todos los problemas que tuvo que pasar para llegar al fin a este bello momento.

—Se parece mucho a tí Marinette—habló encantada la segunda chica que acompañaba a la joven.

Su nombre Kagami Tsurugi, es la prima de Marinette. Ella se había emocionado mucho cuando supo la existencia de su sobrina a pesar de ser fría a veces, y también acompañó a la ojiazul todo este tiempo.

—¿Enserio lo creen?—preguntó la joven en la camilla de hospital.

—¡Claro, solo mírala!—exclamó la Césaire no haciendo mucho ruido—Su cabello parece ser igual al tuyo y apuesto a que sus ojos también serán azules.

—Alya tiene razón, estoy segura que cuando crezca será una copia exacta de de tí—concordó la azabache de ojos ambarinos.

Marinette las vió por unos segundos más para después fijar su atención en su pequeña hija –que ahora estaba en sus brazos– y jugaba con alguno de sus mechones oscuros. Estaba feliz por haber sido bendecida con su pequeña hija, significaba que ahora alguien dependía de ella y por la cual daría todo de sí para amarla y velar por su bienestar.

La joven pasó su dedo delicadamente por una de las mejillas regordetas de su hija, siendo respondía por la pequeña al tomar su dedo con su manita. Marinette sonrió por la acción, prometiéndose a ella que cuidaría de Emma durante lo que tuviera de vida.

Una nueva conversación se inició entre las tres, bromeando en algunas ocasiones pero teniendo cuidado con el tono de voz que utilizaban para no perturbar la calma de la bebé en su cuna.

Hasta que ésta se vió interrumpida por el llamado de la japonesa:

—Marinette, creo que Emma quiere algo—señaló al ver como la infante soltaba un pequeño llanto en busca de su madre.

La joven primeriza la tomó con ayuda de Alya de la cuna y la acurrucó en su pecho. La bebé comenzó a halar de la bata de su madre en busca de alimento; y como si ya tuviera experiencia, la ojiazul liberó uno de sus pechos y acercó a la bebé a él, quien no perdió tiempo en prenderse y comenzar a alimentarse.

Sus acompañantes miraron enternecidas la escena frente a ella. En cómo al parecer Marinette se había encerrado en su propia burbuja mientras amamantaba a su hija.

Alya indicó a Kagami que debían salir de la habitación y dejar a madre e hija, para que ambas tuvieran un momento a solas.

A pesar de la calma que había ahora, un pensamiento se cruzó en la mente de Marinette.

"¿Y si el padre de su hija volvía y deseaba arrebatarle a Emma ahora que había nacido?"

Eso era algo que nunca en su vida permitiría; había pasado por mucho para que ese desgraciado viniera y le quitara a su bebé. Y si algún día ocurriera algo parecido –cosa que no deseaba–, pelearía por ella, además tenía a su amiga y prima que la apoyarían y no dudarían en ayudarla, incluso se atrevería a ir a un tribunal para pelear por la custodia de su hija

—No te preocupes mi amor—acarició algunos de sus escasos mechones azabaches parecidos a los de ella mientras su bebé seguía alimentándose—No permitiré que nadie me aparte de tí o que te hagan daño. Solo seremos tú, yo, la tía Alya y la tía Kagami. Te amo mi pequeña Emma.

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Aquí estamos!!!

Con una nueva historia que hace tiempo quería publicar.

Solo les puedo decir que salió de mi loca cabeza y ya tenía el tema principal en el que se desarrollará.

Espero que sea de su agrado, y si es así entonces les invito a votar, dejar sus comentarios y a seguirme.

Significaría mucho para mí.

Ahora los dejo con los personajes (siempre quise hacer algo así) :

Ahora los dejo con los personajes (siempre quise hacer algo así) :

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Marinette Dupain-Cheng.

Marinette Dupain-Cheng

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Kagami Tsurugi

Kagami Tsurugi

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Alya Césaire

Los personajes irán apareciendo según vayan apareciendo en la historia, por ahora solo las dejo con estas tres.

Aquí me despido

Bye bye👋👋

ʟɪᴛᴛʟᴇ_ᴇᴍᴍᴀ_|| ADRINETTE_AU_||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora