Adrien se encontraba en una cafetería cerca de su trabajo junto a su amigo Luka. Era mediodía y ambos habían decidido ir a ese lugar a satisfacer su hambre luego de una mañana de trabajo.
Mordió su hamburguesa y saboreó el delicioso sabor de su alimento; la cafetería se había convertido un lugar muy acudido por ambos, debido a la deliciosa comida que tenían. Los señores dueños del local enserio tenían buenas manos para la comida, de eso no había duda, y los empleados que trabajaban también eran muy amables, aunque claro, no faltaba alguna mesera que se les insinuaba a ambos, pero como los caballeros que eran, las rechazaban amablemente.
—Casi lo olvido—habló el azabache luego de varios minutos sin decir nada desde que su comida llegó.
Chupó sus dedos para comer los restos de salsa de tomate de sus papas fritas, todo bajo la atenta mirada del rubio.
—No te había dicho, pero encontré a alguien para el puesto que Theo necesita—comentó, lleno de orgullo por ser quién encontrara la persona que su jefe buscaba.
—¿Enserio, quién es?—preguntó Adrien luego de dar otra mordida a su comida.
Luka se tensó un poco y luego sonrió un poco nervioso.
—En realidad... No la conozco—confesó—pero la chica que la mencionó dijo que su prima necesitaba con urgencia el trabajo cuando le dije sobre el sobre el trabajo.
—¡¿Aceptaste a alguien que ni tan siquiera conoces, en qué estabas pensando?!
El ojiazul apartó su mirada del rubio, que lo veía con esos ojos llenos de reproche por hacer algo tan tonto. Si lo admitía, había sido demasiado inconsciente en aceptar tal propuesta. Pero no era su culpa, había estado tan perdido en su forma de hablar y en esos ojos que lo habían encantado desde la primera vez que los vió que no se dió cuenta de sus palabras. Ni tan siquiera recordaba la razón por la cual había salido la mención de la prima de la chica en la conversación, y él como buena persona había ofrecido el puesto tan importante que Theo necesitaba para ayudar un poco, eso y también para quedar bien con la chica de rasgos asiáticos.
Adrien solo suspiró rendido. No debía enojarse con Luka, y menos sabiendo que era un blanco fácil cuando se refería a una mujer. En eso se parecía a él y le recordaba cuando era más joven y confiaba en las personas sin saber si tenían dobles intenciones para aprovecharse de su persona, y aunque sabía que el mayor no era para nada un idiota –aunque lo pareciera- , en ciertas ocasiones si se dejaba manipular por otros, además ¿Quién era él para reprenderlo si le sucedía a veces aún?
—No te preocupes, ya veremos qué le diremos a Theo.
—No es necesario, ya había hablado con él y le pareció una buena oportunidad para encontrar rápido a alguien.
Adrien lo pensó mejor, viendo el lado positivo de las cosas.
—Supongo que sí, después de todo, él será quien decidirá a la persona correcta.
Dejó el tema aparte y siguió con su hamburguesa, perdiéndose en los recuerdos de ese día donde se había topado con esa hermosa pelinegra de ojos azules. No había podido quitársela de la cabeza a pesar que siempre se mantenia ocupado con cualquier cosa, hace tiempo que no se sentía así por alguien y le aterraba ese sentimiento.
Luka se dió cuenta del extraño comportamiento de su amigo y pateó su pierna bajo la mesa, recibió una mirada llena de enojo y confusión por parte del rubio.
—¿Qué rayos fue eso?—preguntó entre dientes para no atraer la atención de la gente.
—Algo me dice que tú también andas por las nubes por una chica.
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ʟɪᴛᴛʟᴇ_ᴇᴍᴍᴀ_|| ADRINETTE_AU_||
RomansaUn padre es aquel que comparte la sangre con su hijo, eso es lo que dicen. Pero él demostrará que no hace falta que esa niña comparta su sangre para demostrar que puede ser uno para ella; a pesar que la madre no permita su cercanía debido a tantas d...