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Personas yendo de aquí para allá, las calles llenas de autos, como era costumbre en una mañana de un día lunes y el ruido habitual de la ciudad. Comenzaba una nueva semana, pero la rutina de la gente seguía siendo la misma, un poco monótona y aburrida.

Había pasado un mes desde la última vez, y muchas cosas habían pasado durante ese tiempo. La relación de nuestros protagonistas seguía creciendo y haciéndose cada vez más fuerte, se ayudaban entre ellos y cada vez que podían o encontraban un día para salir de paseo, la pasaban juntos solo con Emma o con todo el grupo.

Marinette sentía que estaba en un sueño, uno del que temía despertar y verse envuelta en la realidad nuevamente. Pero ese pensamiento solo sucedía de manera esporádica y casi nunca, se había prometido disfrutar de los momentos que pasaba junto con sus seres queridos que pensar en algo negativo.

Sin embargo, dejando eso de lado y volviendo al presente, ahora nos encontrábamos en la escuela primaria de Emma, donde la niña estaba en su clase favorita: Arte. Le encantaba dibujar y la maestra les había pedido que hicieran con papel y crayones y colores algo que les gustara o querían hacer en algún momento.

La niña estaba agradecida también que, desde el incidente con Dennis, éste se mantenía alejado de ella, y también que la señorita Melody la cambiara de mesa y la sentara junto con otros niños de los cuales se había hecho amigos. Sobre todo, con una niña llamada Amanda, que se había convertido en su mejor amiga.

Su amistad había comenzado luego de defenderla de Dennis y su grupito. No podía creer que no importaba lo que hiciera, siempre de alguna u otra forma encontraba alguna razón para volver a relacionarse con él. La única diferencia es que ahora se sentía más valiente para enfrentarse a él y al mismo tiempo evitar que le volvieran a llamar la atención y que su madre tuviera que acudir en su nombre.

—¿Qué haces Emma?—preguntó su amiga Amanda.

Ella era una niña de su misma edad, ojos cafés y cabello rubio. Siempre iba peinada con dos colas de caballo a cada lado de su cabeza y se mantenía siempre serena y calmada, una personalidad un poco opuesta comparada con la enérgica de Emma, pero habían congeniado muy bien ambas y ahora eran muy cercanas.

Emma respondió mientras seguía en su dibujo—A mi mami y al amigo de mi mami como los personajes de mi serie favorita.

La niña a su lado se acercó para ver y sus ojos brillaron maravillados con el talento que tenía Emma para el dibujo. Miro el suyo propio y se sintió un poco mal al solo haber hecho a su perro mascota Bobby como dibujo de la actividad que estaban haciendo.

La ojiazul sintió el silencio por parte de su amiga y la volvió a ver, la encontró un poco desanimada viendo su propio dibujo y regresó a ver el suyo. Una idea se planteó en su mente y sonrió contenta ante ella.

—Amanda ¿Y si hacemos un dibujo juntas?—sugirió atrayendo la atención de su amiga mientras le hacía una pregunta solo con su mirada—¡Creo que podemos crear algo genial juntas!—exclamó con una gran sonrisa, atrayendo la atención de algunos de sus compañeros, sobre todo con quienes estaban junto a ellas en la mesa.

—¿Van a trabajar juntas?—habló Acel un poco tímido.

—¡Yo puedo hacer por mí mismo mi dibujo, no necesito ayuda!—refunfuñó Kalet, un niño de cabello castaño y bastante energético.

A veces tenía peleas con Emma, pero siempre terminaban en buenos términos y sin llegar a más. Tenían una amistad... un poco particular.

—¡Yo quiero hacerlo con Acel !—exclamó Estelle, una niña de cabello negro con sus ojos verdes brillantes mientras tomaba el brazo del nombrado. El pobre se encogió ante tanta energía que mostraba su compañera.

ʟɪᴛᴛʟᴇ_ᴇᴍᴍᴀ_|| ADRINETTE_AU_||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora