"-Lo siento mucho querida-el mayor vio a la joven de ojos azules con lástima en su mirada.
Marinette, aunque por dentro se sentía fatal y impotente por no poder luchar por su lugar, no permitió que Albert viera sus lágrimas y el estado que tenía por las malas noticias que le daba. Con determinación y una sonrisa que estaba cerca de desfigurarse, se despidió y agradeció al hombre que le había dado trabajo a pesar de ser la primera experiencia que tendría en su vida laboral.
Ya no tenía nada más que hacer ahí, y mañana solo iría a recoger sus cosas de la oficina donde había trabajado hasta hoy."
Salía con la vista hacia el suelo y sus ánimos por los suelos, no tenía cabeza para pensar, tantas cosas que habían pasado en tan solo unas pocas horas y cada una solo habían empeorado su estado aún más. No podía creer que ese sería el último día en su trabajo, perdón, mejor dicho su extrabajo. Enserio, no podía creer aún que había sido despedida de su trabajo, y aunque era muy consciente que no era culpa de su ahora exjefe, todavía sentía una gran opresión en su pecho por saber que no volvería a pisar el suelo de esa gran compañía en la que estuvo durante esos casi 3 años.
Sacó su celular de su maleta y mandó un mensaje a su amiga Alya para que fuera a por ella, no tenía ánimos de estar rodeada de otras personas y no tenía las ganas suficientes para hablar con un extraño como para pedir un taxi que la llevara a su apartamento.
Aunque tampoco tenía cabeza para pasarse la idea que talves la morena no tenía tiempo, pero segundos después recibió la respuesta afirmativa de ésta y pidiéndole la dirección.Marinette siguió escribiendo unos minutos más y con sus ojos en el aparato que no fue consciente de la persona que venía igual de perdida que ella hasta que chocó con el cuerpo del contrario.
-¡Auch!-exclamó ella soltando su teléfono por accidente.
-¡L-lo lamento mucho, enserio no veía por donde iba!-escuchó como se disculpaba una voz ronca y varonil pero a la misma vez suave frente a ella.
La azabache alzó los ojos y descubrió a la persona que le hablaba, sintiendo un escalofrío por toda su columna vertebral al ver dos hermosos orbes verdes como la pradera más viva y verde que haya visto.
~•••~
Minutos antes...
-¡Adrien, enserio no me imaginé que vendrías a verme!-exclamó con una gran sonrisa en su rostro el hombre mayor.
Adrien solo se limitó a verlo y acercarse para sentarse en el sofá de cuero negro frente al gran escritorio de roble que ese hombre tenía en su oficina. Enserio le daba repelus saber que todo los lujos que Roth tenía a su disposición en esa oficina -y no queriendo incluir la mansión que poseía- era gracias a sus trucos sucios e ilegales que hacía contra toda esa gente inocente que se veía obligada a perder su trabajo.
-¿Vienes a aceptar por fin mi propuesta para que seas la cara de mi marca de ropa como modelo?-preguntó con excesiva relajación con sus ojos cerrados. Como si supiera ya la respuesta que el rubio le daría.
-Ni en mis peores pesadillas aceptaría tal cosa Roth-habló con seriedad y frialdad-Estoy aquí para hacer que devuelvas todo lo que le has quitado a esas empresas-explicó frunciendo su ceño-¡¿Qué no ves el mal que haces?!¡ESTAS DEJANDO SIN TRABAJO A MUCHA GENTE!-exclamó ya no pudiendo aguantar la calma con la que llegó al pensar en eso.
Bob cambió su expresión carismática y la reemplazó con una llena de seriedad.
-Si no es para lo que te ofrecí, entonces es mejor que te retires-ordenó poniendo sus manos en el escritorio.
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ʟɪᴛᴛʟᴇ_ᴇᴍᴍᴀ_|| ADRINETTE_AU_||
Любовные романыUn padre es aquel que comparte la sangre con su hijo, eso es lo que dicen. Pero él demostrará que no hace falta que esa niña comparta su sangre para demostrar que puede ser uno para ella; a pesar que la madre no permita su cercanía debido a tantas d...