Su vista no se apartaba de ese pequeño botón que su dedo debía tocar, pero sus nervios la estaban traicionando y evitaban que hiciera esa pequeña acción, causando que su mano temblara en el aire y tragara saliva con fuerza. No podía creer que estuviera aquí de nuevo después de haber pasado años.
A un poco distancia de ella, estaban parados Adrien y Emma, quien era cargada en los brazos del mayor. Ambos tenían la misma expresión en su rostro: la desesperación de que la ojiazul mayor no se movía en absoluto.
Adrien se estaba sintiendo incómodo por la situación, más aún cuando la gente que pasaba alrededor se les quedaba mirando a los tres de manera extraña.
—¿Mami porqué esas personas no se mueven?—oyó decir a un niño no muy lejos.
—Parece ser una familia extraña, no les hagas caso cariño.
Adrien se tensó al oír la palabra "familia" refiriéndose a ellos que le hizo sentir un calor en su corazón que lo alegró por un momento, pero saber que estaban siendo tachados de raros lo hizo suspirar. Esta situación solo parecía empeorar.
Salió de sus pensamientos al escuchar a la pequeña azabache suspirar de cansancio, envolviendo toda su atención sobre ella.
—Adrien, ¿Por qué mi mami no se mueve? Quiero conocer a mis abuelos—habló haciendo un puchero.
El rubio sonrió recordando lo emocionada que estaba Emma desde que Marinette le habló sobre que visitarían a sus padres. La emoción que la niña demostraba le hacía notar lo ansiosa que estaba por conocerlos, después de todo eran parte de su familia.
Una reacción totalmente opuesta a la de su madre, que parecía paranoica y nerviosa cada vez que Emma le recordaba sobre ellos.
—Recuerda que para tu madre debe ser difícil ver de nuevo a sus padres luego de años. Ha de estar muy nerviosa.
La niña se quedó mirando al mayor por unos segundos, y luego frunció su ceño mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.
—Pero yo estoy muy emocionada de verlos, ¿Por qué mami no?
Adrien pensó por un rato y luego respondió:
—Las personas no son iguales y piensan de manera distinta, pueden reaccionar de manera diferente ante situaciones iguales y- —se interrumpió al ver que la ojiazul pestañeaba mientras ladeaba su cabeza hacia la derecha.
Clara señal de que Emma no le estaba entendiendo nada. El mayor suspiró.
—Creo que a tu madre le está tomando bastante tiempo hacer esto—comentó—¿Por qué no le compartes de esa emoción que sientes y la apoyas en esto?
Los ojos de la niña se iluminaron y sonrió mientras exclamaba un gran "Sí", para luego pedirle a Adrien que la bajara y salir corriendo hacia su madre.
—¡Mami, Adrien dice que necesitas ayuda!—exclamó la niña al llegar a su lado.
Marinette bajó la mirada a Emma, quien se abrazaba a sus piernas, para luego voltear hacia Adrien que se acercaba caminando hacia ellas. Esta solo se encogió de hombros con una sonrisa.
Marinette se volvió con su hija—¿A-ayuda?¿Para qué?—preguntó un tanto confundida.
—Dice que tienes miedo de ver a los abuelos—mencionó inocentemente mientras mostraba sus dientes en una sonrisa y cerraba sus orbes azules—Así que yo voy a ayudarte.
La azabache mayor se volvió de nuevo con Adrien y cuando este llegó a su lado, habló:
—Sé que debes estar nerviosa, pero recuerda que haces esto también por Emma—dijo recordándole que sus acciones también podrían afectar a su hija.
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ʟɪᴛᴛʟᴇ_ᴇᴍᴍᴀ_|| ADRINETTE_AU_||
RomanceUn padre es aquel que comparte la sangre con su hijo, eso es lo que dicen. Pero él demostrará que no hace falta que esa niña comparta su sangre para demostrar que puede ser uno para ella; a pesar que la madre no permita su cercanía debido a tantas d...