ʟɪᴛᴛʟᴇ_ᴇᴍᴍᴀ_|| ADRINETTE_AU_||

||25||

Adrien y Marinette dejaban el edificio, bajaron por el ascensor y finalmente llegaron al auto del rubio, éste le abrió la puerta del copiloto y la invitó a subir con una sonrisa, la azabache aceptó y subió sin problemas; pero ya dentro del auto, su sonrisa se transformó en una mueca de preocupación.

El rubio, por su parte, también subió a su asiento correspondiente, incluso estaba a punto de encender el motor, pero su vista se enfocó en la chica a su lado, su sonrisa calmada también cambió a una preocupada, ver la expresión de Marinette de esa manera lo alarmó por dentro y trató de buscar alguna forma de animarla, pero no le quedó más que preguntar lo que le sucedía.

—¿Estás bien Marinette?

La susodicha salió de su ensoñación y lo miró, trató de sonreír y mostrar que nada malo pasaba, pero ya era tarde, era muy obvio que Adrien ya sabía que algo le pasaba. Suspiró y miró hacia el frente, mientras colocaba sus manos sobre su regazo y las apretaba entre sí, como sí así se pudiera sentir más segura.

—Estoy bien, es solo que estoy un poco nerviosa por dejar a Emma sola.

—Pensé que ya habían pasado ocasiones donde dejabas a Emma al cuidado de alguien más—recordó el ojiverde.

La ojiazul lo miró de vuelta y lo encontró con una mueca confundida y una ceja alzada también. Debía explicarse mejor. Volvió a su posición cohibida y volvió a hablar:

—Estoy un poco ansiosa nada más, aunque también tenga que ver con que es la primera vez que Luka está también a cargo de la seguridad de ella—dejó salir su duda al final—No es que no confíe en él, es solo que la primera vez que nos conocimos, Emma se alejó de él y... bueno... casi entro en pánico por no encontrarla.

—Por suerte yo estaba ahí para salvar el día—comentó como todo un galán mientras hacía una pose heroica, pero se detuvo al ver que ella seguía igual.

Miró hacia el frente y luego a ella una vez más, colocó su mano sobre la de ella y le sonrió de forma tranquilizadora.

—No te preocupes, solo fue un mal rato esa vez—pronunció sin alejar su tacto—Además, Kagami está con ellos, si sucede algo, ella se encargará. No te preocupes, todo estará bien—Acercó su otra mano y acarició su mejilla—Ahora, solo olvídate de tus preocupaciones por un rato y disfrutemos de esta noche.

Su corazón palpitaba y podía sentirlo en su garganta, incluso podía jurara que estaba a punto de salirse de ella. También podía decir que su rostro estaba tan rojo como un tomate, que comenzaba a darle vergüenza que Adrien se diera cuenta de este hecho y se burlara de ella, pero esto no pasó, él la siguió viendo calmado y con esa sonrisa que la dejaba sin aire en ocasiones cuando la tomaba desprevenida.

Calmó su respiración y volvió a sonreír, esta vez de manera natural y no tratando de esconder su verdadero sentir.

—No sé que fue lo que hice para que estemos así en este momento—habló ella.

—Mmm—Adrien colocó su mano bajo su barbilla y fingió estar pensando o recordando algo—¿Tal vez tropezarte conmigo en medio de la acera? —preguntó, sonando más como una afirmación.

Marinette rio por su comentario y Adrien se sintió satisfecho al obtener ese resultado de ella, se sentía mejor al ver que había logrado alejar esos pensamientos negativos de su cabeza y que ahora ella podría disfrutar de su cita más relajada.

—Eso es, trata de mantener esa sonrisa por el resto de la noche y los días que seguirán a este.

—Gracias Adrien, de verdad eres todo un caballero—exclamó.

—Tal vez lo fui en mi vida pasada—siguió el juego al mismo tiempo que volvía a su posición para encender el auto y comenzar con su camino hacia el restaurante donde ya había hecho una reservación.