Min YoonGi, un famoso empresario decide -por fin- tener una cita con su asistente y crush, Park JiMin, sin saber que este venía trayendo 3 bolitas de ternura con muchos problemas y aventuras.
¿Qué pasa cuando ambos se enamoran?
¡Los problemas crecen...
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08:15 am
Estaba entrando en pánico, no tenía teléfono a la mano y dudaba en pedirles a sus hijos que lo ayudasen, sentía que ellos complicarían las cosas.
Pero no había otra alternativa.
Y eso era una gran desventaja.
Suspiró rindiéndose antes los intentos fallidos de abrir la puerta y apoyó su cabeza en ella, era hora de recurrir a ideas drásticas y que probablemente serían mal ejecutadas.
Ojalá ninguno de sus hijos hablara de esto en un lugar público.
- ¿SooBin? -llamó al más inteligente de los tres-. ¿Cariño?
Hubo un largo silencio, al parecer no lo había escuchado. Probó hablando un poco más fuerte.
- ¡SooBin! -llamó y por fin se escucharon pasos-. Cielo, ayúdame a abrir la puerta, está atorada.
Pero no hubo respuesta.
- ¿SooBin? ¿Eres tú, cariño? -preguntó y se quedó aún más confundido cuando siguió el silencio-. Por favor, sáqueme de aquí cualquiera que está afuera.
Y siguió el silencio.
Definitivamente algo raro estaba pasando afuera y en cualquier momento terminaría en una tragedia.
No hay por qué volver a entrar en pánico.....
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08:20 am
Los tres niños se recostaron en la cama de su padre, aún con el teléfono en sus manos y observando el último mensaje. Para ellos todo era demasiado confuso.
- ¿Y si nos quiere quitar a papá? -tembló Rosé.
- Por eso no nos contó lo de su cita, podemos tratar de menospreciar a quien quiera que sea su novio -contestó SooBin-. Él nos conoce demasiado bien y sabe que podemos arruinar su relación.
- El niño tiene razón, Rosie -confesó JiWoo de brazos cruzó de brazos-. ¿Deberíamos reclamarle?