Min YoonGi, un famoso empresario decide -por fin- tener una cita con su asistente y crush, Park JiMin, sin saber que este venía trayendo 3 bolitas de ternura con muchos problemas y aventuras.
¿Qué pasa cuando ambos se enamoran?
¡Los problemas crecen...
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08:29 am
SooBin observó furiosamente a sus dos torpes hermanas sin dejar de intentar sacar a su papá del baño. Respiró profundamente antes de hablar.
- Cancela todo con la frase "Surgió un imprevisto, es mejor a las 9" -habló pausadamente-. Pero es mejor que Rosé escriba.
- No podemos hacer eso -susurró Rosé atemorizada.
- ¿Por qué? -preguntó confundido.
- Porque ya son las 8 y 29 -dijo esta vez JiWoo en un hilo de voz apenas entendible.
SooBin resopló aún más fuerte. Aunque no era la primera vez que se metía en esa clase de problemas, si podía asegurar que era la situación más estresante y desesperante, porque involucraba los sentimientos de su padre y los de un hombre desconocido. Quería retroceder el tiempo y jamás ser parte de eso o por lo menos jamás dejar que JiWoo escriba en ese teléfono.
Si, definitivamente no debía darle ese teléfono a JiWoo.
Pero ya no había vuelta atrás y la única poción que quedaba era contarle a papá lo que había sucedido.
Inclusive si su noche de "Escandalosos" se arruinaba.
Inclusive si ya tocaron el timbre de su casa y una voz gruesa y un poco suave dijo claramente el nombre de su padre.
Pase lo que pase seguían estando un poquito jodidos, poquito nada más.
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08:30 am.
YoonGi revisó por última vez su reloj antes de decidirse y bajarse del lujoso auto. Se acomodó la corbata, respiró profundamente y tocó el timbre, segundos después había llamado suavemente a JiMin.
Pasaron 30 segundos sin ninguna respuesta y YoonGi ya se estaba desesperando, pensando que posiblemente algo le haya pasado a JiMin cuando dijo "Emergencia de cuchillo".
¿A qué se refería con la palabra "cuchillo"?
¿Se había lastimado?
Volvió a tocar la puerta y esta vez escuchó susurros en su interior. Se enderezó felizmente, listo para recibir al peligris y darle una buena impresión.
Porque enserio le gustaba JiMin.
Le gustaba de "Me quiero casar contigo y tener un hijo".
Sonrió aún cuando no le habrían la puerta.
Volvió a respirar hondo cuando oyó la cerradura y se escuchó el chillido de la madera. No vio a su amor platónico por ninguna parte, en cambio estaba una niña de rizos castaños y ojos negros, vestida de un overol azul con un suéter amarillo, además de sus zapatos rojos y sus coletitas cayendo por sus hombros que se notaba realmente nerviosa.
- Lo siento, creo que me he equivocado de casa -se disculpó-. ¿Dónde se encuentra la residencia de Park JiMin.
JiWoo se notó asustada por el tono de voz tan "elegante" que usaba YoonGi.
- No se equivocó de casa, señor -corrigió con voz temblorosa.
- ¿Aquí vive? -volvió a preguntar algo confundido, ella asintió bajando la mirada-. Oh, ¿Puedo pasar?
Volvió a asentir y se hizo a un lado para dejarlo entrar a la casa. YoonGi se sorprendió cuando dos niños más se encontraban acompañándolos. Tomó asiento donde le indicó JiWoo
- Disculpen, ¿Son parientes de JiMin? ¿Sus hermanitos? -intentó crear un tema de conversación después de unos segundos, pero les dio escalofríos a los menores. SooBin aún así se digno a responder.
- Señor YoonGi, papá está encerrado en el baño -indicó y se golpeó mentalmente por la palabra "papá"-. Digo, JiMin está encerrado arriba.
- Oh -fue lo único que se digno a decir, se tardó unos segundos en darse cuenta la existencia de la palabra 'papá' en esa oración-. Un momento, ¿Llamaste a JiMin "papá"?
-Nosotros no podemos explicarle eso, señor YoonGi -SooBin se levantó y con suma delicadeza guió a YoonGi al piso de arriba para que ayudara a su padre.
Repito, poquito nada más...
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08:34 am.
JiMin sintió como poco a poco se lograba abrir la puerta del baño y sonrió en grande, había logrado salir a tiempo para un retoque rápido por el tiempo que pasó encerrado en el baño, el día estaba yendo bien después de todo.
Tenía una excusa perfecta por si alguno de sus hijos le preguntaba la razón de su vestimenta.
Pero nunca planeó una excusa para el pelinegro que lo miraba seriamente frente a la puerta del baño.
A JiMin se le paró la respiración, el corazón y su cerebro dejó de trabajar.
