Min YoonGi, un famoso empresario decide -por fin- tener una cita con su asistente y crush, Park JiMin, sin saber que este venía trayendo 3 bolitas de ternura con muchos problemas y aventuras.
¿Qué pasa cuando ambos se enamoran?
¡Los problemas crecen...
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El animalito, sentado en el sofá del mayor, dormía tranquilamente evitando toda la pelea entre el padre y sus tres hijos. YoonGi solo observaba divertido la situación.
- ¡Somos muy responsables! -afirmó JiWoo señalando el perrito-. Te juramos que lo cuidaremos muy bien.
- ¡Papá, por favor! -rogó Rosé de rodillas- Te prometo cuidar bien de él, lo alimentaré, lo regaré, le daré el sol y todo lo que un perro necesita para crecer grande y fuerte.
SooBin, YoonGi y JiMin la miraron extrañados mas no le avisaron de su error.
- ¡Hazlo por nuestra felicidad, papá! -y ahora comenzaba el enorme drama del pequeño de los cinco-. ¡Nunca hemos tenido un perro, nos cambiaría la vida!
JiMin rodó los ojos y siguió con los brazos cruzados.
- No -contestó a las súplicas-. No están lo suficientemente grandes para poder cuidarlo y yo no tengo tiempo para hacerlo, entiéndanlo.
Y soltó la bomba, JiWoo ya estaba de rodillas llorando, Rosé tenía un pucherito y estaba a punto de hacer lo mismo y SooBin estaba destruyendo toda la casa con la mirada. Esta pelea estaba pasando a mayores, como por ejemplo, un berrinche de parte de SooBin.
Sin bromear, sus berrinches implicaban destruir toda la casa, gritar y alejar a todos de su camino, o pegarles si se rehúsan o lo ignoran.
Pero contrario a lo que la familia pensaba, SooBin soltó unas cuantas lágrimas mientras corría hacia los brazos de YoonGi, quien algo preocupado lo aceptó y lo cargó en sus brazos.
'Nueva táctica de manipulación', pensaba el peligris luego de ver como también las dos niñas también se refugiaban en los brazos del contrario.
YoonGi le dio una mirada compasiva.
- No deberías ser tan estricto -pidió acariciando lo cabellos de SooBin-. Deberías considerarlo.
JiMin lo miró sintiéndose traicionado.
- YoonGi, no pueden ni cuidarse a sí mismos si los dejo solos -contestó-. No quiero lloriqueos cuando se les pierda el perro.
- ¡No es un 'perro' se llama Holly! -peleó Rosé y JiMin le dio una mala mirada.
YoonGi le dedicó una sonrisa.
- Me lo puedo quedar yo -dijo de la nada, sorprendiendo a toda la familia.
Buena idea.
- No, no, no, no -negó rápidamente JiMin-. Por favor, YoonGi, no debes ni es necesario hacer esto.
- Pero yo también deseaba un perrito y creo que Molly...
- Holly -corrigieron los tres niños.
- Y creo que Holly es un gran partido como perrito -JiMin puchereó al sentir que había perdido la pelea-. Yo me lo quedaré.
Asintió despacito con la cabeza.
- Ven aquí -sonrió el pelinegro palmeando el espacio vacío en el mueble-. ¿Tú también vas a hacer un berrinche porque se quedó el perrito?
JiMin rio obedeciendo y recostando su cabeza en el hombro del pelinegro con cuidado de no lastimar a los niños -pero ellos estaban más que encantados con el abrazo y el aroma natural del mayor que ignoraron por completo la situación entre estos dos- y tomó uno de los brazos del contrario para pasarlo por su hombro y poder acomodarse mejor.
- ¿Cómodo? -JiMin asintió pasando su brazos por la espalda de Rosé cambiándola a su regazo para poder acomodarse mejor.
YoonGi sonrió al sentir como SooBin se apegaba más a él ahora atrapando en sus manos a la camisa que poseía.
- Te quiero -soltó de repente el menor.
Y una ola de ternura y timidez lo invadió por completo.
