ADAPTACIÓN | 𝐁𝐀𝐍𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐌𝐀 | 𝐭𝐚𝐞𝐠𝐠𝐮𝐤.

Capítulo 49.

YoonGi se removía con fuerza intentando escapar de los fuertes brazos de TaeHyung y NamJoon. Los tres chicos los miraban preocupados.

—HoSeok, muéstrale a su hijo —NamJoon demandó con voz agitada.

YoonGi comenzó a negar, sacudiéndose con fuerza. No lo quería ver, ese niño había hecho que SeokJin se fuera de su lado, no lo quería ver.

HoSeok negó, tenía miedo de que algo malo sucediera, que YoonGi se lograra soltar y herir al menor o alguno de ellos.

JungKook lo miró mientras se acercaba a él. YoonGi lo debería conocer, tal vez al conocerlo se diera cuenta de que SeokJin no se había ido del todo.

—HoSeok, por favor, muéstrale a su hijo —TaeHyung habló esta vez.

HoSeok con manos temblorosas tomó al pequeño. El niño todavía dormía, se veía tan lindo, como un angelito. JiMin y JungKook le sonrieron un poco, dándole a tender que era necesario que YoonGi lo conociera al fin.

El rubio caminó hasta ellos, parando a una distancia prudente. Acomodó al pequeño en su brazos de una forma que YoonGi lo pudiera apreciar y que el pequeño estuviera cómodo.

YoonGi seguía forcejeando sin mirar a HoSeok que se encontraba enfrente de él.

—Hyung, por favor, tu hijo te necesita —NamJoon cambió el tono de su voz para el mayor.

—El bebé llora de más y no es porque HoSeok no sepa como cuidarlo, al contrario, HoSeok lo está haciendo increíble pero... —JiMin se acercó a HoSeok para ahora seguir hablando—. Necesita de su padre... ¿Sabes como se siente? Tu hijo no deja de llorar porque no siente a su padre, puede estar rodeado de todos nosotros pero nada lo tranquilizará más que tú porque eres su sangre, te necesita... —miró al pálido intentando que este lo mirase—. Se siente tan solitario a pesar de estar todos aquí...

YoonGi había comenzado a llorar, aún seguía intentando escapar pero ahora con menos fuerza.

—SeokJin hubiera deseado que al menos lo conocieras... A pesar de todo lo que sucedió lo amó, supo que en cuanto su hijo naciera sería el final para él, pero lo aceptó y lo amó, ahora tú deberías de hacer lo mismo, te sorprendería lo hermoso que es. —JungKook dijo.

YoonGi elevó la mirada para encontrarse con la de JungKook. Sus ojos estaban rojos pero entre todas las palabras algo pareció hacerlo entender. Su mirada se dirigió a HoSeok, este lo miraba con ojos aguados y mejillas levemente rojitas.

Ahora sus ojos cayeron al pequeño bulto que llevaba en brazos. Intentó apreciar como era. El rubio entendió pues se acercó un poco más. YoonGi lo miró al fin, sus ojos se aguaron demasiado, había parado de forcejear, TaeHyung y NamJoon lo soltaron un poco. YoonGi miró al pequeño por unos cuantos segundos para después caer de rodillas al suelo.

Comenzó a llorar fuerte, era un idiota, estaba tan cegado por el odio, la tristeza y por la pérdida de su amor que no se permitió conocer a su hijo hasta ese momento que había sido obligado pero que estaba realmente agradecido con todos ellos.

—Soy un idiota —susurró en el piso, su rostro estaba empapado en lágrimas mientras se maldecía.

Los chicos que lo mantenían sujetado ahora lo ayudaron a levantarse para llevarlo a la cama que se encontraba cerca de la cuna.

YoonGi se sentó, se sentía débil y cansado. Su pecho dolía, sentía culpa y tristeza, era un idiota.

Jimin se acercó y se sentó lentamente a su lado. Dio una mirada al pequeño, sonrió un poco para ahora mirar al pálido.

—Jinnie te necesita, como dijo JiMin, necesita sentir que estás aquí—. Le dijo.

YoonGi lo miró para después bajar la vista. Era realmente parecido a SeokJin, justo como meses atrás se lo imaginó. El pequeño hizo un gesto con su rostro robándose la primera sonrisa de su padre después de algunos días de tristeza.

Todos parecieron sonreír aliviados. JungKook llevó una mano a su vientre mientras sonreía, realmente un hijo lograba cambiarte el mundo, tu perspectiva de la vida y robar tu corazón desde el primer momento, lo mismo había pasado con el viudo padre primerizo.

El celular de TaeHyung comenzó a sonar exaltando al pequeño que pronto comenzó a arrugar su rostro a punto de llorar. El moreno se disculpó mientras miraba de quien se trataba. Miró su hora mientras maldecía, tenía que ir al trabajo.

—Me tengo que ir, si surge algo o si necesitas ayuda, llámame —le susurró a NamJoon refiriéndose a YoonGi.

El castaño asintió mientras caminaba a su pareja. TaeHyung miró a JungKook para caminar hasta él.

—Me tengo que ir —dijo—. ¿Te quedarás aquí hasta que termine?

JungKook asintió mientras le daba una mirada a HoSeok, a YoonGi y a los demás chicos que observaban al bebé con una sonrisa.

—Sí, no hay problema, incluso me puedo ir con NamJoon y JiMin pero me quiero quedar para ayudar a HoSeok y a YoonGi en lo que pueda —le sonrió.

—Bien, con cuidado —llevó una mano a su vientre donde lo acarició con cariño—. Cuando termine te llamaré, no te esfuerces tanto, si te sientes mal llámame, no importa que sea la mínima molestia, llámame y estaré aquí.

JungKook llevó una mano a su mejilla acariciando su rostro con amor, sentía tan bonito que TaeHyung se preocupara tanto por él y por sus bebés.

El moreno se acercó para dejar un beso de despedida en sus labios pero rápidamente paró, miró a los demás chicos y cambió la dirección de su beso a la frente del mayor.

JungKook le sonrió sonrojado para mirarlo despedirse de los demás y partir de la casa de YoonGi.

—Q-quiero cargarlo.

Su atención se dirigió a YoonGi que sonreía para HoSeok juntando sus brazos en espera de tener a su hijo en brazos.

HoSeok lentamente se lo pasó, todos sonreían con ternura. YoonGi temblaba mientras su rostro había tomado un gesto divertido, tenía miedo de dañar a su bebé.

—¿Por eso le dicen Jinnie ? —los miró.

Los chicos asintieron sonrientes. YoonGi limpió sus lágrimas con una de sus manos para volver a mirar a su pequeño.

—SeokJin... Min SeokJin... Suena precioso ¿No?

Sus ojos brillaron aguados mientras los miraba a todos. Ellos asintieron alegres, al parecer la peor parte había pasado.