MY SECRET BOYFRIEND || Traducción

20

Ahora era jueves, los Slytherin y Gryffindors corrían emocionados hacia la clase de Ojoloco Moody.

T / n se sentó detrás de Ron y Harry con Hermione, su pierna rebotando con anticipación. Draco se encontró en el asiento junto al de T / n, enviándole un guiño.

-Déjame en paz, Malfoy. - ella puso los ojos en blanco, pero su estómago se revolvió con mariposas.

-Alastor Moody -. dijo una voz, sorprendiendo a la clase. -Descontento del ministerio, y tu nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Estoy aquí porque Dumbledore me preguntó, fin de la historia, adiós, fin. ¿Alguna pregunta? Cuando se trata de las artes oscuras, creo en un enfoque práctico, así que guarde sus libros. Pero primero, ¿quién de ustedes puede decirme cuántas maldiciones imperdonables hay?

El ojo regular de Moody permaneció en los estudiantes mientras el grande giraba en círculos, inspeccionando a cada niño a fondo. Hermione levantó la mano.

-Tres señor. - ella dijo.

-¿Y se llaman así? - Preguntó Moody.

-Porque son imperdonables. el uso de cualquiera lo hará ..

Moody la interrumpió. -¡Te hará ganar un boleto de ida a Azkaban! Correcto. Ahora el Ministerio dice que eres demasiado joven para ver lo que hacen estas maldiciones. ¡Yo digo diferente! Debes saber a qué te enfrentas, debes estar preparado , ¡debe poner su chicle en otro lugar que no sea debajo de su escritorio, Sr. Finnigan!

-De ninguna manera, el viejo idiota puede ver por la parte de atrás de su cabeza.

Moody le tiró la tiza a Seamus, haciendo que Hermione y T/ n se estremecieran.

-Entonces, ¿qué maldición veremos primero? ¡Señor Weasley!

-Sí ... - respondió Ron con cansancio.

-Danos una maldición.

-Bueno, mi papá me habló de uno ... la Maldición Imperius.

-Ah, sí. Tu padre sabría todo sobre eso, le dio un poco de dolor al Ministerio hace unos años. Quizás esto te muestre por qué.

Moody abrió el frasco y sacó una araña.
T / n escuchó a Ron tragar saliva mientras empujaba lo más lejos posible del frente.

- Imperio -. le dijo a la araña, tomando su varita y deslizándola por el salón.

-No te preocupes. completamente inofensivo -. Aseguró Ojoloco a la clase. -¡Pero si muerde, es letal!

Draco se echó a reír con Goyle. -¿De qué te ríes?
-Moody lo fulminó con la mirada, dejando caer la araña sobre el rostro de Draco.

- ¡Quítamelo de encima! - chilló, gritándole a Goyle que se quedó paralizado de horror. T / n esbozó una sonrisa.

-¿Tiene talento, no es así? ¿Qué haré ahora? ¿Saltar por la ventana? ¿Ahogarse?

Hermione y T/ n compartieron una mirada inquieta.

Después de clase, Draco prácticamente empujó a todos para que salieran. -¿No crees que es un poco extraño ?- preguntó la pelirroja a Hermione mientras entraban a la habitación con el cáliz de fuego.

-Definitivamente. - Hermione estuvo de acuerdo, los dos se sentaron en el banco.

Vieron como Cedric ponía su nombre, los Hufflepuff vitoreaban en voz alta.

-Gloria eterna, será brillante, ¿no? En tres años a partir de ahora seremos lo suficientemente mayores para ser elegidos -. Ron le dijo a Harry.

-Sí, bueno, mejor a ti que a mí. - Respondió Harry. Fred y George entraron animando, Lee Jordan los siguió felizmente.

-Gracias, gracias. Bueno chicos, lo hemos hecho -. Exclamó George.

-Lo preparé esta mañana -. Fred agregó.

-No va a funcionar -. Dijo Hermione.

-¿Oh, sí? ¿Y por qué es esa Granger? -Fred y George ahora estaban sentados a ambos lados de las chicas.

-¿Ves esto? Esta es una línea de edad. Dumbledore la dibujó él mismo.

-¿asi que? -Preguntó Fred.

-Así que un genio como Dumbledore no podría ser engañado por algo patéticamente tonto como una poción de envejecimiento.

-Por eso es tan brillante, porque es tan patéticamente tonto.

-¿Listo Fred?

-Listo George.

-De abajo hacia arriba.

bebieron la poción, la gente a su alrededor observando con entusiasmo. saltando dentro de la línea de edad, se estiraron para poner sus nombres cuando inmediatamente respondieron. a los gemelos se les ha dejado una barba blanca y peluda junto con el cabello.

-Dijiste ... -comenzó George.

-Dijiste ...- gruñó Fred, abalanzándose sobre George.