La victoria fue contundente, aunque, eso no fue suficiente para calmar el sabor amargo de la perdida de sus hermanos caídos en la batalla. Las palabras de aquella mujer no eran solo una vacía advertencia sino, por el contrario, son una realidad inme...
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La amarga lluvia baña toda Dexari en un claro clamor que deja teñido en nuestros corazones la ansiedad y la incertidumbre. Nuestro cielo hoy llora mares mientras los demonios y yo nos alistamos para tener un primer plano de los seres que podrán ser nuestra destrucción, a lo lejos veo como todos desde el resguardo de sus hogares, propios o temporales, nos dan una ultima mira de apoyo y esperanza; esperanza con volver con afables noticias que liberen nuestras preocupaciones para que así, nuestros desbocados corazones, puedan descansar tranquilos pero, muy presente tenemos todos que aquello solo es una vaga ilusión que se vera destruida cuando al fin pueda ver con mis ojos aquella grandeza de poder que impone dominancia sobre nosotros pues, al caer la noche, ondas de poder se empezaron a hilar por todo el terreno haciendo que nuestras manos tiemblen y nuestra piel se erice.
--- cedant --- pronuncio en un susurro haciendo que mi escudo de protección nos deje salir.
Todos nos alzamos gracias a nuestras alas y, fundidos con las sombras de la noche, empezamos a sobrevolar el terreno siendo silenciados nuestros aleteos por los dramáticos rayos que circundan el firmamento, siendo los amos y señores de la tormenta que hoy presenciamos. Con ansiedad y curiosidad dirijo el volar de los demonios primero hacia Puño de Plata para asegurarme de que se encuentran bien pero, extrañamente, es allí donde se hace más demandante aquel atisbo de poder que intenta doblegarnos. Los corazones de los demonios se desbocan al oler el peligro que significa pasar la frontera norte de mi manada pero, con solemne firmeza, avanzamos debajo de aquella tormenta que predice lo catastrófico que puede ser nuestro encuentro con aquellos seres.
Al cabo de unos segundos, entre los truenos de los relámpagos empezamos a oir una demandante que provoca escalofríos en nosotros, la autoridad de su voz fría y dominante junto con su gracia sofocante y aterradora hace que algunos de mis demonios se detengan con su mirada perdida y sus corazones palpitantes, sus rostros iluminados por el azul eléctrico delatan que saben que hay a unos cuantos metros de nosotros. Shorem, rápidamente se acerca a ellos y los calma para así poder segur avanzando encontrando una escena que hizo que la ira empiece a alterar todos mis instintos.
Un moderado ejercito de hermosos seres con rasgos suaves y delicados pero, con miradas vacías y altaneras, tienen sometidos a los alfas quienes están gravemente heridos. Mis ojos captan como uno de esos seres que parece ser una de las lideres tiene entre sus delicadas manos el cuello de Nix mientras esta esta al borde de la inconsciencia bañada en sangre. Siento como furia rebosa en mi interior llenándome de adrenalina pura lista para matar a quien haya osado a levanta su mano en contra de mi hermana.
--- Acuérdense que el miedo también puede jugar a nuestro favor. --- fue lo ultimo que le dije a mis demonios mientras descendía convirtiéndome rápidamente en Megara, siendo tan rápida como el mismísimo viento enfurecido dejando a unos cuantos metros a los demonios comandados por Shorem. Con determinación corrí pasando de largo a los guerreros quienes se encontraban sumisos con las cabezas a bajo sin ser capaces de ver como torturan a sus lideres. Con determinación embestimos a esa hermosa mujer de cabello negro y cuerpo delicado provocando que soltara a Nix y saliera disparada hacia sus guerreros quienes la atajaron.
