Nada importa, el ruido se hace silencio, el alivio se vuelve dolor mientras el calor de mi cuerpo se vuelve frío. Mis ojos abiertos de par en par ven como la imagen oscura de la diosa de la muerte está frente a mí sosteniendo su gran espada, aquella que sin compasión rasga la carne mientras ejecuta la más fría sentencia de muerte. El aire se me va de los pulmones, el dolor se expande por todo mi cuerpo mientras me quedo estatica sin saber que hacer, a mis espaldas escucho gritos que desgarran la cruel niebla que se expande rápidamente por todo el lugar haciendo más oscuro el momento. Siento el área de mi abdomen humedecerse de cálida sangre mientras las primeras lagrimas se reúnen en mis ojos que no son capaces de moverse de la oscura sombra que parece estar meditando sobre lo ocurrido. El peso sobre mis hombros lentamente se hace más pesado y es ahí, donde la vida se me termina de destruir, donde todo pierde el sentido, donde la oscuridad vuelve a reclamar con saña mi triste y destrozada alma; mis ojos incrédulos y llenos de dolor bajan unos centímetros para ver el rostro de Nix, quien, a pesar de estar atravesada por la letal espada, se mantiene sujeta de mis hombros mientras sonríe como si como pocas veces la he visto sonreír.
Todo pierde color, todo pierde sonido. Mi cerebro no es capaz de procesar nada mientras mi corazón palpita con un dolor desgarrador que instala un inmenso nudo doloroso en mi garganta que busca estallar y liberar lo que siento, pero no puedo hacerlo, mi mente no trabaja y solo soy capaz de apreciar como el rostro sonriente de mi hermana, de la mujer que me acompaño en tanta mierda durante todo este tiempo, se vuelve pálido con subtonos negruzcos. Al fin puedo reaccionar cunado la diosa retira su espada y el cuerpo de la persona que más amo termina de caer contra mi sin mucha fuerza, haciendo que mis abrazos se abran y así pueda recibirla. Con mi cuerpo tembloroso y dejando mil lagrimas correr me dejo caer sobre la hierba llevándola conmigo mientras ella aduras penas puede subir su mano y acariciar mi rostro empapado.
— No, no... tu. no — todo mi cuerpo se estremece mientras me aferro más a su cuerpo viendo como la sangre sale a chorros de su abdomen y como su cálida sonrisa se mancha por su propia sangre. — No, me puedes dejar, Nix, aguanta.
Con desespero me hago un corte en la mano para empezar a darle de mi sangre, pero su mano fría me detiene sin apartar sus ojos de mi rostro y sin dejar de sonreír.
— Es el fin Cali. Este es mi fin — su tranquilidad me rompe más por dentro, es como si esto fuera lo mejor para ella y no, no lo es.
— ¿Qué dices? — mi corazón se acelera más si eso es posible ante sus palabras — ¡¿Qué mierda dices?! — con rabia tomo su rostro sin siquiera hacer desvanecer un poco su sonrisa — Tu no me puedes dejar.
— No duele Cali, morir no duele. — su murmullo me hace quedarme estatica sin dejar de apreciar como su vida se me escapa en mis brazos. — Mi hora llego, y de verdad agradezco ... — el aire le empieza a faltar mientras la poca de fuerza que le queda se termina de desvanecer anunciado su fin que es mi mismo fin — agradezco haber salvado tu vida, mereces... mereces vivir, ser feliz, mereces muchos años de más donde la puta vid... vida, te permita la paz y la armonía que mereces.
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La insurrección del olvido
WerewolfLa victoria fue contundente, aunque, eso no fue suficiente para calmar el sabor amargo de la perdida de sus hermanos caídos en la batalla. Las palabras de aquella mujer no eran solo una vacía advertencia sino, por el contrario, son una realidad inme...