La victoria fue contundente, aunque, eso no fue suficiente para calmar el sabor amargo de la perdida de sus hermanos caídos en la batalla. Las palabras de aquella mujer no eran solo una vacía advertencia sino, por el contrario, son una realidad inme...
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POV ATHAN
Poderosos temblores me recorren gracias a los fuertes escalofríos que atacan mi cuerpo con demencia. Al traernos a su territorio empezaron a golpearnos como si hubiesen perdido completamente la cordura, al parecer, esa reacción se debió a que una de las lideres quedo a merced de los nuestros, cosa que me hace sonreír, Calipso tomará partida de eso y estoy seguro que vendrá por nosotros; sus sentimientos me lo confirman, la rabia que emerge de su ser y que me transmite por medio de nuestro lazo es la que mantiene despierto y concentrado en mi curación que parece lenta al lado de la de Nix quien, a pesar de ser la más agredida, parece estar ya curada, además, su semblante es tranquilo, en ningún momento se quejó o dejó ver algún rastro de martirio, por el contrario, su mirada siempre fue de desafío mientras aquellas hembras se rompían los nudillos contra su cuerpo.
Con dolor pienso en todo lo que tuvieron que haber pasado para ser tan inmunes a la tortura, muchos escenarios dibujan a Amos lleno de locura golpeando y maltratando a mi Calipso, pero sé que todo fue mucho más allá, unos golpes no hacen que un alma se quiebre totalmente, pero lastimosamente mi mente no puede ir más allá para encontrar la verdadera oscuridad que azoto a estas dos guerreras de aquel infierno construido por ese maldito. Recuerdo el día que me mordió, aquel dolor tan insoportable que se expandía por todo mi ser agobiándome y haciendo que perdiera la noción de la realidad, ese día conocí el sufrimiento en su estado más puro, el lazo me hace soportar día a día sus demonios, sus inseguridades, pero sin realmente enseñarme los secretos que ella misma oculta en lo más árido de su ser, aunque, debo agradecerle al lazo permitirme entenderla y hacerme ver los erres que cometía día a día.
— ¡Athan, humano estúpido! — aparece de la nada Damián dejándome saber ver indignidad
— ¿Se puede saber ahora que hice?
—¡Llevas media hora pensando en nuestra mate y el lazo que nos une, pero no has tenido la delicadeza de hablarle mediante ese lazo!
— ¡Es cierto, por el lazo nos podemos comunicar!
— Deja de perder el tiempo y hazlo ya.
Me acomodo un poco sobre el rudo árbol que me mantiene sujetado con poderosas ramas que me aprietan con dureza, un suspiro sale de mi mientras siento como las heridas de mi rostro ya están casi curadas al igual que las de mi torso y extremidades.
— Mi Lu... Digo, Calipso, ¿me oyes?
Utilizo el lazo para hablar, pasan algunos minutos en los que me empiezo a desesperar al no recibir respuesta, quizás estás locas hayan hecho algo para que no me pueda comunicar con ella y mi esperanza de escuchar su fría voz ni siquiera sea capaz de germinar como cuan semilla que nos es bendecida con la vida.
— ¿Bestia?
— ¡Si sirve el lazo! — Grita emocionado Damián mientras quita la conexión conmigo para ir a tratar de comunicarse con la loba de mi Luna.
