Capítulo 3

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Estar arriba de la casa de una familia que no era de mucho agrado para la mía, de seguro me tendría un castigo asegurado pero como dice el dicho "no hay mal que los ojos no vean" estaba en el tejado de la casa jugando cartas con Alex mientras Eliot jugaba en la habitación del lado con Peter, ir a su casa cada día de lunes a viernes era increíble. Pasábamos muy buen rato, debido a que mamá siempre parecía tener que hacer algo, papa nunca se quedaba en casa y Mahite se la pasaba cada tarde en casa de sus amigas que ahora ni caso nos hacía a Eliot y a mí. Venir cada tarde ya era como una rutina, un día conocía a Joana Khepler la verdad es que era una persona maravillosa, normalmente en su casa solo eran Alex, Peter y la abuela de ellos que es la señora Vane nos hacía de todo tipo de postres cuando jugábamos en la sala o hasta nos permitía ayudar. Apreciaba mucho estos momentos lejos de casa, cuando simplemente era yo una taza de chocolate caliente y Alex intentando que no me dé cuenta de que había cambiado sus cartas. Se había vuelto mi amigo era genial cuando a veces simplemente podía hablar de cualquier cosa y saber que el si estaba escuchándome. Algo simple de apreciar.

— ¿Hola? Tierra llamando a general ela. Estaba sacudiendo una mano por mi cara al aire, le di una sonrisa sincera.

— Aquí la general Ela ¿cuál es la misión mi comandante? Hice un saludo militar. Me gustaba ese apelativo que siempre usaba conmigo era un gran amigo la verdad, aunque al principio pareciera un niño tonto el sabia escuchar y dar consejos.

— Lamento informarle generala que acaba de perder. Dijo votando todas las cartas que tenía haciendo un tonto baile de la victoria en mi cara. —Nunca te enfrentes al comandante si no quieres perder cariño. Me saco la lengua yo solo reí.

— Pesado. Dije tirándole mis cartas a la cara.

— Pesado ¿porque soy mejor que tú en cartas?

— Pesado por qué te dije que no sabía jugar y vi como escondías tus cartas y cambiaste el mazo.

— ¿Que?

— Seré pequeña pero no tonta.

— ¿Me estas acusando de ser tramposo?

— ¡Si te queda la bota! Amaba pasar a veces las tardes simplemente mirando la tele en casa de Alex pero esa tarde vimos "Toy Story" y me encanto.

— ¿Qué me has dicho? Entonces se acercó a mí maliciosamente con las manos como si estuviera haciendo un conjuro.

— ¡No! ¡Alex no por favor! Vi cómo se acercaba cada vez más y yo no sabía dónde correr.

— O si!! Guerra de cosquillas. Se abalanzó sobre mí.

— ¡¡Te odio!! Dije sin poder contener la risa, sus manos se deslizaban por mis cotillas moviendo los dedos haciendo que una tonelada de alegría invada mi cuerpo. Intente hacerle cosquillas a él también pero el muy tonto era mucho más grande que yo y mi fuerza no era nada compara a la de él.

— ¡¡Para!! Grite.

— No hasta que admitas que soy mucho mejor.

— ¡Jamás! Entonces empecé a retorcer de la risa, él no me estaba dando ninguna tregua, quería patearle en la cara.

— ¡Qué está pasando aquí Alex! Grito una voz femenina que venía de la puerta, salte como si Alex fuera algo horrendo lejos que me caí, de trasero en el piso eso dolió.

— ¿Alice que haces aquí? Dijo Alex un tanto molesto e incómodo. Vote mi cabello por detrás de mis orejas para alejar el rubor.

— Pues soy tu hermana baboso y esta es mi casa.

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