Capítulo 9

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Andar deambulando de lado en lado intentando esconderme de el dúo de locos de mis mejores amigos. No parecía un plan nada sutil ya que en retrospectiva ambos ya estaban hasta el pedo de mareados. 

Se pusieron a jugar una ronda de chupitos, como era de esperar este par de orgullosos se negaban a perder, por ello jugaron unas 4 rondas hasta que el alcohol hizo efecto en sus cansados cuerpos. 

Ambos quedaron rendidos en el sillón, pero sabia que solo dormirían una 1 como máximo para después seguirle a la fiesta—una queparecía no tener fin—Yo solo miraba, veía a las personas emborracharse, terminar re pedo, tener caricias muy lujuriosas, otros tirarse como locos a la piscina, otras que ya muy mareadas se ponían a bailar en las mesas o lo que encontrasen para mear las caderas, otros vomitando a cada rincón y en fin muchas personas dejando ir el autocontrol.

Cuando la señora Joan vea este le esperara un lio muy grande a ese par de tontos.

Camine por toda a casa aun que los tacones me mataban, me apoye detrás de una puerta para acomodar mis tacones que pronto matarían mis pies. Entonces la puerta es abierta y yo caigo de culo.

— Tarado mirad por donde vas. Refute cansada de tanta gente hasta el pedo.

— ¿Que hace la pequeña Blake en un sitio como este? Pregunto Anderson mientras me tendía la mano.

— Me tienes que estar jodiendo. De mala manera acepte su ayuda.

— Creo que tu hora de dormir ya paso hace como 4 horas ¿no?

— Si tan solo no fueras tan idiota creo que hasta consideraría no tenerte en mi lista de personas que matar. Le di una sonrisa fingida de boca cerrada.

— ¿Me tienes en una lista? Que considerada de vuestra parte pequeña Blake.

— Créeme Anderson no hay nada de consideración de mi a vuestra persona en esa lista.

— ¿Sigues sin caer?

— Ni de lejos.

— Entonces que malos gustos tienes Blake, de verdad que feo los gustos de tu familia.

— ¿De mi familia?

— Pues si tu y ella teníais que haberos fijado en el mismo chico, eso es muy cliché Blake hasta para ti.

— No tengo ni idea de lo que hablas, mejor deja de decir puras incoherencias.

— Hay Blake y yo pensaba que tu eras la más inteligente de tu familia, pero veo que al menos tu hermana si tiene los cojones de admitirlo.

— ¿De que diablos hablas Anderson? Refute irritada por tu actitud.

— De que tu pequeño secretito no es tan pequeño, es que vosotras compartid a vuestros ligues o ¿que? Se lo de Khepner.

No, no era posible.

De todas las personas en el mundo por que Anderson tenia que descubrir mi secreto.

— Sabes que creo que tantas bobadas ya que malograron el cerebro.

— Vamos Blake algo de cojones ten y admítelo, no hay por que seguir negando que te encanta tu mejor amigo. Se estremeció. —Vamos Blake eso ya es muy cliché incluso para ti ¿Cuánto tiempo pensabas guardar tu pequeño secretó?

Ya no valía de nada mentir.

Igual estaba perdida.

— Los secretos son secretos por algo ¿no?

Algo Simple ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora